¿Qué vino pedir en un viaje por Francia?, ¿a partir de qué elegirlo?… de lo ya conocido para no arriesgarse a fallar, o mejor experimentar nuevas cepas y sensaciones… lo cierto es que la razón de ser del vino es gozarlo y nada más. Aquí algunas sugerencias para elegir al mejor compañero en el país galo.
- Antes del viaje debes investigar qué tipo de vinos se producen en cada zona, pueden ser blancos, rosados o tintos. Lo principal es tomar en cuenta hacia dónde se inclina tu gusto y, claro está, en qué región te encuentras.
- Sobra decir que, por regla, se deben probar las etiquetas locales, en la región del valle de Loire (Loira), la elección debe tender hacia los vinos blancos. Sí encontraremos tintos y rosados, pero esta zona, sobre todo, es conocida por sus excelentes blancos. De hecho, los más reconocidos son los que se producen en las poblaciones de Sancerre y Pouilly-sur- Loire (o Pouilly Fumé), ambas situadas a las orillas del río Loire. Aquí la uva blanca que se da a la perfección, debido al clima fresco, es la sauvignon blanc. E incluso, a pesar de que ambas poblaciones se encuentran cerca, el tipo de blancos es distinto: el de Sancerre es más seco y ligero, como en el Alphonse Mellot La Moussière Blanc, mientras que el que se produce en Pouilly-sur- Loire es un vino un poco más estructurado y tiende a presentar notas más minerales.
- Ahora bien, dicen que para entender el vino francés hay que conocer, sin lugar a dudas, Burdeos. En esta región se produce el 10% de todo el vino francés. Casi en su totalidad, los vinos de Burdeos son tintos secos. De esta región son originarios el Château Lafite-Rothschild, Château Latour, Château Margaux y Petrus. Todos se producen en Burdeos, pero en distintas zonas, como Médoc, Haut Médoc, Pomerol, Saint-Emilion y Graves. En estas zonas destacan tintos de cabernet sauvignon, merlot (la mejor expresión de esta uva se encuentra en Burdeos) y cabernet franc.
- Como los mejores vinos de Burdeos tardan varios años en llegar a su máxima expresión, no se recomienda pedirlo en un restaurante, ya que por lo general predominan las cosechas recientes, y si llegara a haber un burdeos maduro sería demasiado caro. Una buena elección sería un cru bourgeois, que son los que no están dentro del rango de los más caros, pero que tienen una calidad superior al resto, por ejemplo: Haut Bages Monpelou, Deyrem Valentin, Beau-Site. Los precios oscilan entre los 24 y 32 euros.
- Por su parte, Borgoña produce tintos a base de uvas pinot noir y gamay, y blancos a base de chardonnay y aligoté. Los grandes vinos de esta zona se encuentran entre los grands crus, pero también hay etiquetas maravillosas y a un precio más accesible en el resto de las denominaciones. Algunas sugerencias: Chambolle-Musigny 1 er Cru Les Gruenchers 2007, pinot noir, el precio de esta añada cuesta aproximadamente 282 euros; Louis Latour Bourgone Pinot Noir 2012 está cerca de los 25 euros.
- Los vinos más ligeros y sencillos de Borgoña son los que se producen en la región de Beaujolais y Beaujolais-Villages, con uva gamay. Éstos son más suaves, frescos y afrutados, por lo que son más fáciles de beber que los del resto de esta región francesa, por ejemplo, Beaujolais-Villages Joseph Drouhin.
Otras zonas a destacar:
– Sur del Ródano, vino tinto châteauneuf-du- pape (es un tinto de ensamblaje, están autorizadas hasta 13 variedades); Alsacia, vinos blancos, como Gustave Lorentz Rieslign Reserve; la Provece, vinos rosados, como By Ott; y mención especial los vinos blancos de Chablis, elaborados sólo con chardonnay; son vinos secos, pero con buena acidez, Domaine Laroche: Chablis Grand cru “Les Blanchots”, 2015 aproximadamente 40 euros.