Ruta de Ciudad de México a Cuatrociénegas
Una expedición a este ecosistema imprescindible: en esta laguna la vida transcurre tal y como era hace 550 millones de años.
POR: Redacción Travesías
Origen: Ciudad de México
Destino:Cuatrociénegas
Distancia: 1 099 kilómetros
Carretera: 57
Muchas veces, por su cercanía con la ciudad, uno olvida que Querétaro es una buena opción para ver algo diferente. Su centro histórico está muy bien conservado, la ciudad es tranquila y muy limpia, perfecta para caminar. Para los que quieran dividir el viaje con paradas, se puede dormir en La Casa de La Marquesa. Para los que prefieran hacer una escala rápida, se puede visitar el Convento de San Agustín y después seguir a comer en Nicos (nicos.com.mx)
- San Luis Potosí
Poco explorada, la capital del estado es una ciudad con hermosa arquitectura colonial y varios atractivos para visitar en los alrededores. Su gastronomía hace que la escala valga la pena, nadie puede pasar por aquí y no probar las famosas enchiladas potosinas. El Teatro de la Paz, la Catedral y los Templos del Carmen y San Francisco son visitas obligadas. Para dormir, el Westin San Luis es buena opción.
- Matehuala
En el altiplano potosino, esta pequeña ciudad es una escala perfecta antes de seguir el camino hacia Saltillo. Muchas de sus construcciones coloniales fueron derribadas, por lo que no hay sitios de interés histórico, pero aprovechando que el cabrito es el plato regional se puede hacer aquí una escala técnica.
- Saltillo
Desde un Museo del Desierto hasta la Catedral, en Saltillo hay muchas cosas para ver y hacer. En el centro de la ciudad hay varios edificios barrocos para visitar y aquí también hay especialidades regionales imperdibles, como las empanadas de pulque con nuez. También hay una fuerte tradición de sarapes y hasta un museo para entender su fabricación. Para dormir, Quinta Real Saltillo (quintareal.com).
- Cuatrociénegas
El destino final vale cualquier esfuerzo. Este ecosistema es un lugar único, donde flora y fauna viven como aislados del resto del mundo. Lo más importante es recordar que como visitantes no debemos alterar la paz ni el equilibrio, nunca nadar en zonas no permitidas ni usar bloqueadores solares. En Poza Azul hay guías voluntarios para recorrer la zona; hay que parar en Poza La Becerra, las dunas de yeso, las Playitas y el río Mezquites. Se puede dormir en el pueblo, o acampar en la zona de las Pozas. Los hoteles y los restaurantes son sencillos. Varias organizaciones trabajan en la zona para preservar esta reserva de la biósfera que algunos han comparado con las Galápagos por lo especial de su flora y fauna.
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