En el número 192 de Revista Travesías viajamos a Sudamérica y recorrimos los rincones más fascinantes de esa parte del continente. Así conocimos uno de los hoteles icónicos de la ciudad amurallada de Cartagena, en Colombia. Hablamos del Sofitel Legend Santa Clara, un lugar donde el pasado colonial de la urbe se fusiona con la modernidad y el diseño.
Este hotel está ubicado en lo que antes fue un convento de las mojas clarisas. La construcción data de 1621, y desde 1995 el inmueble es parte de este grupo de hoteles. Su ubicación es privilegiada, pues se localiza a unos 10 minutos del Palacio de la Inquisición y a unos cuantos pasos del mar.
Sofitel Legend Santa Clara cuenta con 123 habitaciones, de las cuales 20 son suites. Todos los cuartos tienen un estilo arquitectónico que alude a la época republicana de Colombia a principios del siglo XIX. Gracias a la localización céntrica del hotel, las habitaciones tienen una vista panorámica ya sea al centro de Cartagena o a la playa que rodea esta urbe.
El lado culinario del hotel no puede quedarse atrás. El chef Dominique Oudin está a cargo de dos restaurantes. Uno de estos espacios gastronómicos se llama 1621 y ofrece una fusión de comida francesa con sabores y técnicas del Caribe. Mientras que comer en El Claustro le rinde un homenaje a las famosas brasseries francesas.
Una habitación
La Colonial Jr. Suite es un cuarto con vista al centro de Cartagena donde convergen dos épocas. La arquitectura colonial se deja ver en los techos altos de madera que brindan espacios amplios y ventilados. Pero también, la modernidad se nota en las camas, en los accesorios de baño marca Hermès y en un menú de almohadas para todos los gustos nocturnos.
Espacio abierto
Como es un exconvento, el Sofitel Legend Santa Clara tiene en el centro de sus instalaciones un jardín colonial que, además, es el más grande de toda la ciudad. Al adentrarse en esta área verde se respira un aire tropical y se pueden observar plantas endémicas de la región, así como una serie de orquídeas y altas palmeras que dan sombra.
Bebida
Hablando de plantas endémicas de la región, una de ellas es el corozo. Se trata de una fruta roja y pequeña, comparable en tamaño a una ciruela, que se da en cierto tipo de palmeras. En el hotel se preparan jugos y smoothies frescos de este fruto, sin duda una manera saludable de empezar el día.
Platillo
Una muestra de la fusión francesa con la caribeña es la lubina servida con un alioli de papa criolla con azafrán. El platillo se acompaña de una perla de tapioca negra crujiente y una lámina de carbón activado. Esta creación se puede degustar en el restaurante 1621.
Personaje clave
Sin duda, el chef Pedro Madero es una presencia fundamental en las cocinas del hotel. Él se encarga de la pastelería y de la repostería que se ofrece en los restaurantes. Alimentos dulces inspirados en lo más sofisticado de la gastronomía francesa, con el toque endémico de Colombia.
Un detalle
La cava del hotel ocupa un espacio especial. Aunque sea un cuarto pequeño, en ella reposan los mejores vinos tanto regionales como internacionales. Para que los visitantes puedan elegir entre todas las etiquetas que hay, un sommelier experto puede ayudar a la hora de elegir la botella con base en gustos, maridaje y textura.
Lo imperdible
Nadie puede dejar el hotel sin haber asistido aunque sea una noche a El Coro Bar. Este es el lugar ideal para terminar el día de manera relajada y amena. En este sitio se puede disfrutar de cócteles exclusivos, de botanas y tapas. Pero lo mejor es la música en vivo que llena el lugar de una atmósfera típicamente colombiana.
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