Del 14 de junio al 15 de julio se llevará a cabo la Copa Mundial de Futbol Rusia 2018, el evento más importante de turismo deportivo que existe. Durante este mes se jugarán 64 partidos en 11 ciudades del país, y si bien todo girará en torno al futbol, no dejará de ser una gran oportunidad para explorar estos destinos. Acá va una guía con nuestros espacios favoritos en cinco sedes:
Moscú
Arte para todos
Garage Museum of Contemporary Art abrió sus puertas en 2008 con la intención de convertirse en un espacio de diálogo, producción e intercambio de ideas en la escena del arte contemporáneo ruso. Todo esto a través de un cuidadoso programa de exposiciones, investigación, eventos y publicaciones. Hace un par de años, el proyecto se mudó a un enorme pabellón de concreto que estuvo abandonado en el parque Gorki por más de dos décadas. Con la respectiva intervención del despacho de arquitectos OMA, Garage se ha convertido en una parada imperdible en la ciudad, y además puede presumir de tener la primera biblioteca pública dedicada al arte contemporáneo en todo el país. Después de recorrer la exhibición en turno, vale la pena visitar la librería, que cuenta con una amplia gama de títulos especializados en fotografía, diseño, moda y arquitectura, entre otras disciplinas.
Sochi
Naturaleza histórica
Desde su elección como sede de los XXII Juegos Olímpicos de Invierno en 2014, la infraestructura turística en Sochi se acrecentó de manera considerable. Sin embargo, a pesar de que los resorts de lujo están a la orden del día, su atractivo principal radica en los paisajes naturales que resultan de su ubicación entre las montañas del Cáucaso y el mar Negro.
Si tuviéramos que quedarnos con un lugar en específico sería el Parque Natural Tiso-Samshitovaya Roshcha en el distrito de Khosta, un bosque que se mantiene con vida desde antes de la Era de Hielo, y donde habitan más de 70 especies vegetales en forma de árboles, arbustos y extrañísimas plantas endémicas. El parque cuenta con dos rutas de excursión, una de dos y otra de cinco kilómetros. Esta última te permite llegar hasta las ruinas de una antigua fortaleza construida por los bizantinos en el siglo VII.
Kazán
Diversidad gastronómica
A pesar de ser una de las ciudades más antiguas de Rusia, Kazán cuenta con un espíritu joven, moderno y progresista. Esto se debe, en gran medida, a las más de cien nacionalidades que componen su población, que a su vez se caracteriza por una gran cantidad de estudiantes universitarios. Esta diversidad ha tenido un impacto considerable en su oferta gastronómica, tanto así que un paseo por sus calles —entre construcciones icónicas como el Kremlin y el templo de Todas las Religiones— parece una vuelta al mundo. Para disfrutar de comida india está Malabar; si se trata de cocina europea más moderna, Priyut Kholostyaka; y si con una buena cerveza artesanal basta, Cernovar es el mejor lugar. Sin embargo, el favorito de turistas y locales es Pashmir, que complementa una deliciosa propuesta de platillos uzbekos con la mejor terraza de toda la ciudad.
Kaliningrado
Arquitectura de unificación
La ciudad que vio nacer al filósofo Immanuel Kant y al compositor Richard Wagner es un importante puerto que conecta a Rusia con el resto de Europa —al menos en lo comercial—. Limitada por Polonia al sur y Lituania al norte, Kaliningrado es una urbe llena de arquitectura como símbolo de paz y reconciliación. El mejor ejemplo es la catedral de Königsberg, situada en un impresionante edificio de ladrillo que tuvo que ser reconstruido después de la Segunda Guerra Mundial. Además de tener un pequeño museo, la catedral cuenta con dos capillas, una ortodoxa y la otra protestante. Otros puntos arquitectónicos de interés incluyen a la Puerta del Rey, la escuela marítima y la Casa de los Soviets.
San Petersburgo
Dormir como los zares
En la segunda urbe más poblada de Rusia, cada espacio —del más pequeño al más grande— tiene un significado, una historia y un profundo sentido nacional. Aquí, pasear entre tantos palacios sólo aumenta las ganas de dormir en uno, y para cumplir ese capricho está el Four Seasons Hotel Lion Palace. Este espectacular hotel se ubica en un palacio del siglo XIX, y ofrece 183 habitaciones con hermosas vistas hacia la catedral de San Isaac y los Jardines Alexandrovski. Más allá de su aspecto clásico —el vestíbulo, por ejemplo, fue restaurado para lucir su belleza original—, el Four Seasons está equipado con todas las comodidades de un hospedaje moderno, desde un relajante spa hasta tres premiados restaurantes de cocina internacional y uno de los bares más exclusivos de la ciudad. Sobra decir que el servicio es impecable y te hace sentir como miembro de la realeza.
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