Ya sea que haya sido un descubrimiento casual para cubrirse de la lluvia mientras caminaba por París o una recorrido por las mejores librerías de Buenos Aires, todos los viajeros —por alguna extraña razón— tienen una historia con una librería. Ante la dificultad de ir al aeropuerto, tomar un vuelo y conocer un nuevo destino, los viajeros tenemos que buscar alternativas para explorar nuevas culturas y formas de pensar. Por fortuna para quienes viven en la Ciudad de México, La Increíble tiene un nuevo hogar en Av. Ámsterdam 264, con mesas para sentarse entre plantas y leer, tomar un café y ver a los perros pasear.
Entrar a La Increíble da la sensación de haber llegado a la tienda de un museo de arte moderno: un espacio sobrio y elegante en donde la curaduría tiene discurso propio. Todo lo que no está habla casi tanto como lo que sí. La selección de libros no es ajena a la historia y ADN de la librería, que antes se ubicaba en la colonia Roma, por lo que aún es posible encontrar ediciones raras y únicas entre el sinfín de biografías, novelas, guías, ensayos y muchos géneros más que, uno tras otro, son elegidos cuidadosamente por el equipo de la librería, quienes, con mucho gusto, te pueden ayudar a encontrar el siguiente libro preferido.
A modo de espacio de exhibición de piezas de cerámica, ilustraciones, pósters y libretas, una mesa enorme recibe a los visitantes en el centro de la tienda. Conforme pasen los meses, la selección de objetos exhibidos rotará, haciendo que cada visita sea una experiencia única.
Para estrenar esta nueva etapa, La Increíble invitó a la artista chihuahuense Mariana Motoko a diseñar en conjunto una serie exclusiva de libretas, pines, stickers e ilustraciones. La serie inaugura una dinámica de La Increíble de tener colecciones exclusivas itinerantes, para las que van a invitar tanto a artistas emergentes como a los ya consagrados para crear una pequeña gran colección de objetos. Esto añadido a la nueva merchandise de la librería como tote bags y fundas de computadora.
Por si fuera poco, gracias a la nueva modalidad que permite a los ciudadanos habitar espacios antes reservados para autos, La Increíble intervino los dos lugares de parquímetro frente al local para servir café y té y así poder hojear la nueva adquisición a la sombra de los árboles del hipódromo.
Para quienes prefieren no salir de casa, La increíble también estrena sitio web, en donde podrán encontrar una selección especial con su respectiva reseña, además de tener un chat directo con la tienda para platicar sobre libros y no extrañar la sensación de ir a la tienda. (También está disponible en línea la colección de Mariana Motoko).
No queda más que desearles lo mejor en esta nueva etapa y estar al pendiente de sus planes a futuro que son muchos: clubes de lectura, playlists hechas por escritores y artistas, descubrir nuevas editoriales.