Nueva York siempre de moda
Una guía con nuestras tiendas y barrios favoritos para comprar y recorrer esta ciudad que nunca pasa de moda.
POR: Redacción Travesías
La tarde se hace noche tomando champagne en la terraza del Bowery Hotel, uno de los pocos espacios de la ciudad donde todavía se puede fumar. En una mesa Alexa Chung, la famosa vj y modelo inglesa, bebe y platica con sus amigas (el tiempo que las separa de la adolescencia es muy corto). Nadie se acerca ni la mira. La gente entra y sale, pero las meseras, que parecen modelos recién salidas de un país de Europa del este, no dejan pasar a cualquiera.
Todo el mundo se desplaza con movimientos pensados, como si fuera un ballet preconcebido y aceptado. De repente y con la ligereza de un mortal cualquiera, en la mesa de al lado, se sienta Jude Law entre amigos y unas chicas guapas de rasgos indios. Casual. Todo es casual, o pareciera que lo fuera. Como la ciudad misma.
En Nueva York todo parece imprevisto, pero en realidad no lo es. Y aun así esta ciudad no pierde vigencia, nunca. Nunca pasa de moda. Porque en realidad la moda nace ahí, ahí se crea, en el Bowery, en un café de Williamsburg o en el metro, entre celebridades o gente común y corriente. Tanto, que a veces abruma. Sin embargo, todos volvemos, todos queremos estar ahí: en el bar de moda, en la última expo del met o paseando por Central Park. Esta vez, regresamos para descubrir nuestros favoritos del shopping neoyorquino. Tiendas de diseñador, boutiques independientes, marcas emergentes. Porque la urbe más insaciable del mundo, siempre va por más.
Uptown Girl
Desde Holly Golightly comiendo su croissant frente a la vidriera de Tiffany & Co. hasta Carrie Bradshaw comprando zapatos para atesorarlos en su clóset, todas y todos hemos tenido fascinación por el Uptown. Comprar en Madison, en Park o en la 5a. es una experiencia única, inolvidable y para pocos.
Aunque afortunadamente, cada vez más tiendas y marcas que ofrecen precios más accesibles están desembarcando aquí. Sea para comprar o simplemente para pasear con un croissant o unos macarons de limón de Ladurée, hay que destinar unas horas de la tarde (entre una visita a la Frick Collection y el descubrimiento de la última expo del Whitney) para caminar por estas calles elegantes que no se resignan a perder el glamour de antaño.
Si uno empieza a bajar por Madison desde la 82 (es una buena manera de no perderse nada), puede hacer una parada para ver las joyas de Alexis Bittar, las prendas con los característicos estampados coloridos de Elie Tahari, y después ver y probar los muebles y los objetos de decoración de Jonathan Adler.
Más allá de la 81 se van sucediendo algunas tiendas genéricas: Agnès B., Betsey Johnson, Comptoir des Cotonnieres, J.Crew. Algo oculta por estar en un primer piso se encuentra La Boutique Resale, una tienda poco usual para Madison, pero que ofrece grandes hallazgos: prendas, zapatos y bolsas vintage y de colecciones pasadas de diseñadores high end.
No es fácil encontrar una prenda de Balenciaga, Prada, Hermès, Chanel o Valentino a precios razonables (y sí, hay que decirlo, con la calidad de antes, más artesanal y con detalles más cuidados), sin embargo, la misión de esta tienda es que lo logres. También hay marcas más avant garde como Dries Van Noten, Comme des Garçons, Yamamoto, Marni y Miyake. Llevan 17 años vendiendo y muchas de sus prendas están sin usar. Hay que ir con paciencia y revolver un poco para encontrar cosas entre tantísima ropa.
En Madison y la 78, Missoni y sus dos pisos completos de estampados itálicos son el inicio de todas las grandes marcas que están por venir y que se suceden compitiendo por quien tiene el mejor aparador, el más atractivo (o minimalista y sugestivo): Intermix, Vera Wang, las velas de Diptyque, Louboutin, Carolina Herrera.
En la 72, la Mansión Rhinelander de Ralph Lauren ocupa toda la cuadra (y la acera del frente, también) y después llegan otros grandes nombres: Pucci, Céline, Bottega Veneta, Tom Ford, Chloé, Prada, Cartier, Valentino, Lanvin, Giuseppe Zanotti. La lista es interminable y algunas marcas más jóvenes empiezan a mezclarse con las tradicionales como Derek Lam, Helmut Lang, Theory y Alice+Olivia.
En una esquina Barneys New York, una de los favoritos de los lugareños, es una gran opción para comprar todas las marcas del barrio (las mejores) en un solo lugar. (Sin embargo, yo prefiero visitar las boutiques de las marcas porque no siempre el gusto de los compradores de Barneys coincide con el mío o no siempre tienen todas las tallas.)
La Quinta Avenida va más allá del clásico neoyorquino, y el exceso de gente (local y turistas) hace que la experiencia de compra y paseo no sea la mejor. Por eso, si lo que se quiere es variarle a Madison pero se pretende ver marcas de lujo, nada como recorrer la 57 para encontrar en menos de 300 metros a Audemars Piguet, Prada, Dior, Chanel, Miu Miu, Burberry, YSL, Louis Vuitton y la tan famosa esquina de Tiffany &Co.
Muy ad hoc con el tema de la moda y con Nueva York (o para reforzar la idea de que la ciudad está de moda siempre), el Whitney Museum continua con su retrospectiva de Yayoi Kusama hasta finales de octubre. Polka dots, líneas, redes y toda una lógica de la obsesión para revisitar el trabajo de la artista japonesa entre compra y compra. O también se puede visitar el museo del FIT (Fashion Institute of Technology), donde siempre hay una buena expo de moda o diseño que ver.
Dónde dormir
Hotel Plaza Athénée. El lujo y la pompa de París pero en el Upper East Side.
37 East 64th Street; T. +1 (212) 606 4600
Dónde comer
Le Bilboquet. Un bistró francés algo excéntrico pero con deliciosos platillos inspirados en la cuisine nouvelle.
Top of Form 25 East 63rd St; Bottom of Form; T. +1 (212) 751 3036
Dónde beber
Session 73. Un lounge con ambiente del Downtown, pero en el Upper East Side. Hay música en vivo y dan clases de salsa y tango.
1359 First Ave; T. +1 (212) 517 4445
Take a Walk on the Lower Side
Del Upper al Lower en un viaje corto de taxi, o mejor aun en la línea verde del metro. El paisaje cambia: tiendas, gente, casas. Sin embargo, ninguno es mejor o peor que el otro. Y definitivamente, el Lower East Side (así como el East Village) está cada vez más bonito, interesante, de moda.
Es cierto que estando de viaje en otra ciudad, queremos probar cosas nuevas o al menos diferentes de las que tenemos en casa. Sin embargo, a veces la tierra tira y ahí es donde entra Casa Mezcal. De luz tenue, música que sube y baja dependiendo del día y la hora y un ambiente muy latino pero hip. Lo bueno es que si no quieres tanta familiaridad, el público suele ser variado y ahora es un favorito de los neoyorquinos. Además suele haber expos, conciertos de música clásica, popular y dj y comida muy mexicana (de verdad).
Ahí nomás, en la misma callecita, en Orchard (entre Grand y Delancey) se encuentran pequeñas boutiques que hay que visitar con tiempo y curiosidad para hacerse de buenos hallazgos. La consigna de la zona es “Shop Local”, y por lo tanto, las creaciones de diseñadores locales (neoyorquinos y estadounidenses en general) tienen prioridad. James Coviello vende diseños para mujeres (vestidos, pantalones y faldas) elegantes, muy femeninos, con buenos cortes y telas, tejidos y estampados originales. En una tienda pequeña, Pilgrim vende ropa, contemporánea y vintage de grandes marcas, sin embargo, su highlight es la selección de bolsas y clutchs vintage de Chanel. El dueño de la tienda, Richard Ives, es un conocido dealer y las compra por todas partes del mundo.
A unos pasos, la joyería de la diseñadora Wendy Mink se especializa en piezas pequeñas, con piedras semipreciosas de colores y de oro y plata. Mis favoritos son los aretes con una o tres piedras y los anillos delgados que pueden llevarse de a uno o hasta cinco juntos. En la esquina de Orchard y Broome, se encuentra The Earnest Sewn Co., una marca especializada en jeans de confección muy artesanal. Por eso, si acá no encuentras el modelo perfecto para ti, es que no existe. Tienen una variedad de colores, tallas y estilos casi infinita. Además vende otras prendas como camisas a cuadros, zapatos y camisetas para hombre, mujer y niños, en una tienda que simula ser de 1800. En esa misma tienda, las dueñas de Flower Girl NYC tienen su negocio de flores (que aunque no las puedas guardar en la maleta, basta con ir y ver sus arreglos), y se han hecho famosas en todo Manhattan.
Sin alejarse mucho de Orchard, a una cuadra, se encuentra Ludlow. Esta calle hay que recorrerla desde Houston hasta Delancey (o viceversa) para descubrir más tiendas, galerías, cafés y pequeños restaurantes, por los que uno puede hacer una módica cola a la hora de la comida o el brunch de fin de semana. En Reformation —una tienda enorme, minimalista, con menos ropa de la que cabría— venden ropa vintage “reformada” y prendas diseñadas por ellos mismos, sólo para chicas. La idea es que todo sea sustentable y de edición limitada (aunque no lo es tanto, a decir verdad). Es una tienda cool, y si logras que las chicas salgan de detrás de la caja y te atiendan, puedes llevarte una buena prenda a casa.
Muy cerca se encuentra Assembly New York, una tienda favorita, no sólo por la distribución de la ropa, sino por las marcas que ofrece. Es para hombre y mujer, su estilo es casual y relajado, con prendas que son importantes sólo por las telas que usan. Yamaguchi, Federica Moretti, A Detacher son algunos de los nombres que cuelgan de sus racks.
Muy cerca, Dear: Rivington+ llama la atención al que pasa por su puerta. Y claro, es imposible no entrar. Te recibe su perro blanco y, adentro, en el piso de abajo se encuentra la dueña, Moon, una japonesa que ofrece ropa vintage reciclada de vanguardia de grandes marcas (especialmente asiáticas) en predominantes colores blancos y negros. Vestidos, perlas, holanes, velos, cuellos, camisas xl y pantalones amplios y cortos, para hombres y mujeres. En el piso de arriba, el director de la tienda-galería Hey, atiende en un ambiente de coolness extremo; hay muebles y objetos para la casa, piezas únicas y originales, usadas y nuevas.
Si se habla de único y original, a la vuelta, sobre Norfolk, se encuentra una tienda que no podíamos dejar afuera de este recorrido: Maryam Nassir Zadeh. Sí, es pretenciosa, mucho, pero es supermoderna y tiene marcas y prendas que la dueña ha ido rescatando en sus viajes alrededor del mundo. En un mismo espacio puedes encontrar un collar elaborado por Anndra Neen, unos slip-on con plataforma de Carven, una bolsa turquesa de Rochas, una chaqueta de Isabel Marant o un brazalete de plata de Lizzie Fortunato. Antes o después de entrar a comprar, hay que hacer una parada en Tiny’s Giant, el café de la esquina y comerse un sándwich Silly Philly Portobello o Southwestern Chicken.
Dónde dormir
The Bowery Hotel. Porque es la opción más hip del East Village (y porque gracias a él, el vecindario se está convirtiendo en un hot spot de Manhattan). 335 Bowery St.; T. +1 (212) 505 9700
Dónde comer
Il Buco Alimentari e Vineria. Un lugar de locales que quieren comer fresco, orgánico y casi como hecho en casa. También es panadería y tiene una tienda. 53 Great Jones Street; T. +1 (212) 837 2622
Dónde beber
Apotheke. Está del lado del Chinatown y más que un bar es un escenario para las estrellas, que son los cocteles. Pide el Pigmy Gimlet. 9 Doyers St.; T. +1 (212) 406 0400
Tourist trap (o el Soho)
Desde el Lower East Side cualquier calle (arbolada, con cafecitos y tiendas) te lleva a SoHo, pero antes hay que atravesar NoLIta, otro barrio interesante para el buscador de boutiques originales. Y si se buscan boutiques de diseñadores locales y de diseño de interiores, hay que caminar por Elizabeth Street desde Broome hasta Houston. Son dos cuadras que explotan con el brunch dominical en las terrazas, tiendas y en la calle misma.
Erica Tanov no es una boutique reciente, ya lleva varios años ofreciendo una muy buena selección que incluye piezas de joyería, ropa para mujer y ropa de niños. También vende zapatos y algunos objetos de decoración, todo tiene un look artesanal, donde destacan los tejidos y las piezas hechas a mano. En Love, Adorned puedes encontrar buenos regalos (para ti, amigos y familia) en un espacio que simula un almacén antiguo con techos altos y pisos de cemento. Hay piezas de joyería muy bonitas, miniobras de arte y otros objetos para la casa como jabones importados (unos enormes que huelen delicioso), textiles y velas. Aquí todo tiene un aire orgánico, de objetos hechos a mano.
Y de ahí basta con tomar Lafayette o Bowery con un desvío premeditado hacia la zona de NoHo (las calles Bond, Great Jones y sus callejones), donde están apareciendo cada vez más y más tiendas y restaurantes interesantes, para llegar a SoHo. Recuerdo este barrio hace unos años, muchos, cuando todo empezaba a pasar por aquí. No hay mucho por decir, porque todos lo conocemos, lo hemos recorrido y hemos sufrido con su abarrotamiento. Pero es el mejor lugar para hacer shopping si se busca una gran concentración de tiendas y de marcas, fuera del centro comercial o de la tienda departamental. El tema es cuándo ir. Los fines de semana quedan prohibidos a menos que quieras estar tropezando con la gente y bolsas. En la semana, los turistas también colman sus calles, especialmente Broadway; sin embargo, si uno llega temprano, cuando las tiendas recién abren, es posible hacer un muy buen shopping recorriendo Greene, Mercer y Wooster (aunque el barrio se extiende cada vez más, sobre todo en Thompson y Sullivan).
Café en mano de Dean & Deluca, para hacer la experiencia completa (y mapa de las tiendas, también), ve directo a lo que te interesa. Evita por supuesto las marcas masivas que puedes encontrar en cualquier ciudad del mundo y ve directamente a lo más exclusivo o interesante. En mi lista nunca falta una visita a Prada. Más que por las prendas y las bolsas (que sí son espectaculares), la tienda en sí, diseñada por Rem Koolhaas, merece una visita. (La ultima vez que estuve ahí me topé con un simpático Alexander Wang, y su pequeña comitiva, comprando como si fuera un simple cliente más). Siempre hay que hacer un “reconocimiento” de rigor a la tienda de Wang, al igual que a la brasileña Osklen en Wooster St., además de rag & bone, APC, 3.1 Philip Lim, Helmut Lang, Agent Provocateur (estas últimas sobre Mercer), Paul Smith, Taschen o la de la francesa Isabel Marant. Dos japoneses que no fallan y que son de las tiendas más concurridas: Uniqlo y Muji, para comprar básicos de un algodón delicioso y durable.
Después de tantas tiendas, gente, bolsas, prendas y demás, hay un lugar que sigue siendo el favorito de la zona después de muchos, muchos años: Balthazar —donde puedes toparte cualquier día con Rachel Zoe y su familia, por ejemplo—. Megaclásico de la ciudad que siempre recompensa con su comida francesa. Los Moules Frites, el Beef Stroganoff y sus ostras fresquísimas no defraudan nunca.
De ahí, basta con cruzarse a la tienda del MoMA para ver qué hay de nuevo en el diseño del mundo, comprar alguna pieza novedosa y seguir caminando para terminar de hacerse de jabones y cremas en St. Maria Novella, sobre Lafayette y Jersey, un clásico de Florencia que no se consigue en muchas partes del mundo.
Dónde dormir
The Mercer Hotel. Porque tiene ritmo relajado, aunque estés en el mismísimo centro del SoHo.
147 Mercer St.; T. +1 (212) 966 6060
Dónde comer
Public. La comida de influencia asiática y australiana le hizo ganar una estrella Michelin.
210 Elizabeth St; T. +1 (212) 343 7011
Dónde beber
Mulberry Street Bar. No es cool, y no oculta sus 103 años, al contrario, ya los ha mostrado en varias películas y series de la mafia italiana. Pide el dirty martini.
176 Mulberry St.; T. +1 (212) 226 9345.
Chelsea y Meatpacking District
El Meatpacking District sigue creciendo en tiendas, restaurantes y antros. Pensar que en un momento las grandes atracciones eran el Pastis y el hotel Gansevoort y hoy se pierden entre luces, marquesinas y multitudes. La consigna —como en todo Nueva York— es caminar y llevarse gratas sorpresas al toparse con marcas y diseñadores nuevos o con los viejos y queridos conocidos.
Aunque hay que remarcar que en West 14th Street, puedes encontrar grandes nombres como La Perla, Alexander McQueen, Matthew Williamson, Moschino, Yigal Azrouël y Carlos Miele. No está nada mal esta aglomeración de megamarcas en menos de 200 metros. Y un poquito más allá, en la esquina de Washington también puedes visitar la tienda de Diane Von Furstenberg y llevarte uno de sus maravillosos wrap dress. Y ya que estás por el rumbo, no te pierdas las tiendas de Yohji Yamamoto, Vitra y Christian Louboutin (en ésta, a diferencia de la de París, no suele haber cola).
Muy cerca, en Chelsea, a pasos del nuevo meganeoyorquino Hôtel Americano, hay una puerta, y a veces una fila de gente. Aunque no hay carteles ni letreros que indiquen adónde se está entrando. Tampoco entra cualquiera. Sólo si tienes un pase o invitación (comprada con una anticipación de meses, muchos meses) para ver la obra de teatro/performance Sleep No More. Una obra inglesa que iba a representarse por tres meses y ya lleva muchos más. Lo que pasa adentro, mejor no contarlo, pero si todavía no fuiste (y estás planeando un viaje a Nueva York) reserva y compra tus boletos desde ahora. Una obra diferente que vale la pena sólo por la experiencia.
Dónde dormir
Hôtel Americano. La esencia de Grupo Habita en Nueva York. Muy Buena decoración, comida y terraza.
518 West 27th Street; T. +1 (212) 216 0000
www.hotel-americano.com
Dónde comer
Barbuto. Un buen tip de insider: fresquísima comida italiana con feeling de barrio.
7775 Washington St; T. +1 (212) 924 9700
www.barbutonyc.com
Dónde beber
Marquee. Si logras entrar, la vas a pasar muy bien. Es más un antro que un bar.
289 Tenth Ave.; T. +1 (646) 473 0202
www.marqueeny.com
Brooklyn: el lado hipster de Nueva York
Donde hay hipsters hay buenas tiendas. Es una máxima que funciona, no importa en qué ciudad del mundo se aplique. Y en el paraíso hipster del este de Estados Unidos, la regla se sigue al pie de la letra. Una vez que se sale del metro que te trae desde la isla, la consigna es recorrer Bedford Avenue de punta a punta, y doblar en las callecitas paralelas (Berry, Wythe y Kent) para encontrar las mejores opciones de compra. Por ejemplo, en el 167 N de la 9th Street, se encuentra Scandinavian Grace, una tienda chiquita pero bien surtida de productos para la casa de marcas y diseñadores nórdicos, que vende desde jarrones y floreros hasta sillones, bicicletas y ropa de cama.
La selección es muy buena y, por supuesto, todo está dispuesto con el mejor orden posible. Como para estar a tono con el barrio y sus habitantes. Entre las marcas no faltan Marimekko, Aarne, Aino Aalto, Korento y Teema. Al lado, subiendo una escalerita, también en el 167, se encuentra b. conte boutique que ofrece ropa y accesorios (joyería, zapatos, sombreros, arreglos para el pelo) de varios diseñadores (algunos de ellos locales) y ropa vintage en muy buen estado. Todo el tiempo están recibiendo nuevos productos y si dejas tu mail, te invitan a los eventos de arte y ventas especiales que organizan mensualmente.
Es complicado elegir a qué tiendas entrar cuando uno recorre Bedford. La cantidad casi infinita de boutiques, cafés y restaurantes podrían hacer que uno se pierda, al menos el rumbo y el tiempo, si no sabe exactamente qué está buscando. Si tuviese que elegir tres, optaría por Jumelle, que vende en un espacio chiquito y bien ordenado prendas de rag & bone, APC, Electric Feathers, Alexander Wang, Isabel Marant, así como zapatos, bolsas y joyas. Todo para chicas y ordenado por colores.
Mi segunda opción es Pinkyotto de la modelo Ryo Liu, quien quiso crear un espacio tan divertido como el clóset de una amiga con ropa, accesorios, velas, libros, bolsas. Blusas de pajaritos, vestidos ligeros con estampados de flores y piezas de joyería pequeña y muy femenina. Y para terminar (aunque nunca se termine), cruzando la calle está Catbird, también enfocada en la joyería, muy chiquita, tanto que con 10 personas que entren la llenan y es difícil pasar para ver las vitrinas donde exhiben las piezas, casi todas minimalistas, de plata y oro con piedras preciosas pero en tamaño extrasmall, muchas de ellas de artistas de Brooklyn.
Entre padres modernos con carriolas, perros de todos los tamaños y muy buenos looks, se llega a Buffalo Exchange: una tienda enorme, donde rack tras rack se acumulan prendas, zapatos y accesorios. Todo es vintage. Todo en muy buen estado y a mejores precios. La tienda se encuentra en este local desde hace ocho años (aunque lleva en Estados Unidos desde los setenta) y siempre hay gente comprando y buscando un buen hallazgo. ¿La buena noticia? No hay que revolver demasiado, la selección es muy buena y se pueden encontrar chamarras imitación piel por 25 dólares, vestidos de algodón por 20, 30 y 40, pantalones y jeans para hombre y mujer, y por supuesto, prendas más elaboradas como vestidos bordados, bolsas y botas.
Para hombre, Hollander & Lexer en la calle Metropolitan es una de las favoritas de los lugareños. Obra de Brian Cousins y Hicham Benmira, el local vende ropa, accesorios y productos de grooming exclusivos para hombres en un ambiente semiindustrial. Tienen una línea propia, pero también venden marcas como Engineered Garments, Oliver Spencer, Filson y Santa Maria Novella, así como una sección de ropa vintage. Para hombres clásicos, pero modernos y con un twist edgy. Lo que se ve adentro, en racks y en estantes, se ve afuera, puestos en los transeúntes: brogues, tirantes, cardigans, lentes de pasta, que complementan un look nerd perfecto.
Por el rumbo se encuentra Café Colette, uno de nuestros favoritos para comer. A modo de diner, pero con nombre y decoración franceses, y con una carta corta, este restaurante en la esquina de Berry y N 9th Street es una parada obligada por la comida rica y porque sin duda es uno de los lugares para ver y dejarse ver (frase trillada, pero muy cierta en el caso de Café Colette), ya sea en la barra, las mesitas internas o las de la terraza. Pide la Market Frittata, los House Made Fettucine Carbonara o la Chesseburger acompañada de un coctel o un vaso de vino. Ninguno de estos platillos falla y te deja con ganas y energía para seguir caminando en el aire delicioso de Williamsburg que llega desde el East River.
Junto con ropa y joyería, las tiendas más populares en Williamsburg son las de diseño de interiores. En el 115 de North Sixth Street se encuentra The Future Perfect, una de nuestras favoritas, que desde 2003 vende objetos para la casa: lámparas, tapetes, ropa de cama, cojines, muebles y piezas para la oficina, la sala y la cocina. Las marcas varían, pero lo importante aquí, más que las nombres, es la selección de objetos que está hecha personalmente por su dueño David Alhadeff, y que hace que el conjunto sea original, animado, moderno y 100% de diseño. Los precios no son exagerados si se tiene en cuenta que los objetos vienen de todas partes del mundo. A menos de 10 metros (y dos puertas) se encuentra A&G Merch que se especializa en textiles y muebles, con un look folk y bien contemporáneo, todo dispuesto en diferentes sets armados como salas o habitaciones. Venden objetos de diseñadores locales emergentes.
Eso sí, antes de dejar Brooklyn no dejes de visitar el estudio-taller-tienda Fitzgerald Jewelry. Ahí mismo, el dueño Michael Fitzgerald te puede mostrar las diferentes colecciones de la marca diseñada por él y su esposa Hiroyo en metales eco-friendly, piedras semipreciosas y diamantes, que van de piezas clásicas a las más modernas, todas con un toque edgy, de vanguardia y cada pieza hecha a mano con un detalle que la hace única. Además, exhiben a diferentes artistas periódicamente y cuentan con una colección de ediciones limitadas, en especial de anillos de compromiso. También dan clases y exponen piezas de diseñadores locales, nacionales e internacionales en sus instalaciones que eran una antigua fábrica de botones.
Dónde dormir
Wythe Hotel. Un nuevo hotel boutique en un edificio de 1901 con increíbles vistas de Manhattan y muchos eventos en acción.
80 Wythe Ave., Brooklyn; T. +1 (718) 460 8000
Dónde comer
Blanca. Comida estilo American Nouveau en una de las novedades del barrio. 261 Moore Street, Brooklyn; T. +1 (646) 703 2715
Dónde beber
Maison Premiere. Para comer ostras y tomar absinta en un lugar con grandes interiores y terraza.
298 Bedford Ave.; T. +1 (347) 335 0446
De vuelta en el Bowery, suena música ambiental, la gente sigue bebiendo sin importar que sea domingo (probablemente pocos tengamos que trabajar al día siguiente). Es Nueva York. La gente sonríe y posa para una revista imaginaria de moda o sociales. Creo ver que Jude Law al girar la cabeza, me ve y me sonríe. (sonrío de regreso, claro). Seguro es una ilusión óptica producto de dos horas de champagne o es posible que me haya sonreído. Total, en Nueva York, todo, absolutamente todo puede pasar.
- Una de nuestras calles favoritas para comprar: Bleecker St.
Otros favoritos Travesías de Nueva York
Para dormir
- The Carlyle. Por clásico, elegante y su buena ubicación siempre es la mejor opción del Upper East Side.
35 East 76th St.; T. +1 (212) 744 1600
- Soho House. Porque es tan exclusivo como su club y tiene una terraza maravillosa.
29-35 Ninth Avenue; T +1 (212) 627 9800
- Ace Hotel New York City. en el corazón del Midtown, este hotel es moderno y uno de los hot spots de la ciudad. Su restaurante The Breslin ya consiguió una estrella Michelin.
20 W 29th Street; T. +1 (212) 679 2222
- Mandarin Oriental. Lujo de cinco estrellas con vista al Central Park.
80 Columbus Circle; T. +1 (212) 805 8800
- 60 Thompson. Sofisticado, pero con aires bohemios. Gran terraza y bar en el corazón de Soho.
60 Thompson Street; T. +1 (212) 431 0400
Para comer:
- Café Boulud. Es una opción un poco más relajada de los restaurantes de Daniel Boulud, su menú también está inspirado en la cocina francesa clásica, con ingredientes de temporada y otros sabores del mundo.
20 East 76th St.; T. +1 (212) 772 2600
- Fred’s New York. Todo el mundo quiere ir a ver con quien se encuentra en este restaurant con deliciosa comida italiana. Queda dentro de Barneys.
660 Madison Ave; T. +1 (212) 833-2200
- Momofuku Ssäm Bar. La gente hace fila para sentarse a cenar en el restaurante del chef David Chang, porque sus bollos al vapor son famosos.
207 Second Ave; T. +1 (212) 254 3500
- Pulino´s. Muchos dicen que es la mejor pizza de la ciudad., también hay ensaladas, antipasti y paninis.
282 Bowery; T. +1 (212) 226 1966
- Spice Market. Cocina del sudeste asiático con el sello de Jean-Georges Vongerichten. No falla.
403 West 13th St.; T. +1 (212) 675 2322
- Maialino. Una trattoria como en Roma, pero en el Gramercy Park Hotel.
2 Lexington Ave; T. +1 (212) 777 2410
- Grom. Desde Italia llegaron los mejores gelatos, con sabores originales y de temporada. Ya hay cuatro sucursales en Manhattan.
Para comprar libros:
- St. Marks Bookshop (31 Third Avenue; T. +1 (212) 260 7853) y Strand (2th Street and Broadway; T. +1 (212) 473 1452). Dos clásicos de Nueva York para conseguir los mejores libros, novedades y rarezas o ediciones especiales. Si no encuentras lo que buscas aquí probablemente no exista. Tienen buenos eventos y presentaciones de libros con los autores.
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