La ampliación del museo Tate Modern estuvo a cargo del prestigioso estudio de arquitectura Herzog & de Meuron, quienes lo restauraron por primera vez.
Cuando el estudio suizo de arquitectura fue contratado para rehabilitar una central eléctrica abandonada, situada en un viejo barrio industrial de Londres, nadie imaginó que se convertiría en el museo de arte contemporáneo más visitado del mundo —un espacio que recibe alrededor de cinco millones de personas al año.
Ya pasaron más de 15 años de esto. Y, cuando los directivos de la Tate Modern notaron que la afluencia de gente comenzaba a rebasar el espacio disponible, decidieron encargar a su firma de confianza una ampliación que inaugurará el 17 de junio. Esta nueva etapa del proyecto lleva por nombre Switch House.
A un costado del edificio original se puede observar una estructura de forma piramidal torsionada. Aunque en un inicio la propuesta de Herzog & de Meuron era crear una especie zigurat de cristal, terminaron por utilizar ladrillos para mantener un diálogo con el resto de la estación.
Uno de los elementos claves de este diseño son las celosías, pues permiten que el edificio se llene de luz natural durante el día, mientras que por la noche se pueden entrever las luces interiores desde las calles.
Compuesta por diez nuevos niveles, esta construcción inteligente —aprovecha el agua de lluvia y tiene un sistema geotermal de enfriamiento y calefacción— ganará hasta 60% más de espacio para exhibiciones, talleres, performance, oficinas, restaurantes y tiendas.
Aunque quizás el spot favorito para muchos será el piso diez, la terraza, desde donde se podrá disfrutar de una espectacular vista de 360 grados del río Támesis, la catedral de St. Paul y el skyline de Londres.
La altura del nuevo edificio es de 65.5 metros y ofrecerá 60% más espacio para exhibiciones.
Alrededor de cinco millones de personas visitan este museo al año. Con esta expansión se busca tener un millón de visitas más.
El arquitecto original de la Bankside Power Station, Gilbert Scott, también diseñó la icónica cabina telefónica roja de Londres.