a. Simply Local.
Esta tienda ofrece una muy buena selección de productos hechos por sandieguinos, gran lugar para los amantes de los detalles. Aquí encuentras productos de aromaterapia, accesorios, ropa, bolsas, productos para el cuidado de la piel, lámparas y muchas otras cosas bonitas a las que te será difícil resistirte. Favoritos: la manteca de karité de Nkuto Organics, las bolsas de Malia Designs y las velas de soya de EverAfter Naturals.
b. Bottlecraft.
Su selección de cervezas es tan inmensa como acertada. Déjate guiar por los chicos del staff. No puedes irte sin probar las de los cerveceros de la ciudad: Green Flash, Ballast Point o AleSmith.
c. Streetcar Merchants.
¿Recuerdan el primer capítulo de Portlandia? Bueno, pues el único pollo que usan aquí proviene de una granja donde los animales crecen libres, bajo el cuidado de una familia del norte de California. Este local ofrece uno de los mejores pollos fritos de San Diego. Lo preparan de tres formas: al estilo sureño de Nueva Orleans, picante de Nashville y al estilo K-Town, un pollo doble frito con una costra supercrujiente y deliciosa. Puedes acompañarlo con un waffle, el mejor amigo del pollo frito.
En un país que vive bajo la dinastía Kindle, la experiencia de entrar a una tienda de libros usados resulta especialmente placentera. Sus propietarios son quienes están a cargo, siempre dispuestos a recomendarte a algunos de sus autores favoritos.
e. Waypoint Public.
Del otro lado de la calle, un favorito del barrio, con gran selección de cervezas artesanales.Recomendamos probar el sándwich de grilled cheese, el Mac n Cheese y la hamburguesa de pulled pork.
