El empresario Bernard Arnault sorpendió al mundo cumpliendo el viejo sueño de construir un museo de la Fundación Louis Vuitton.
La relación entre el arte y la marca de lujo Louis Vuitton siempre ha sido muy estrecha. Su propietario, el segundo hombre más rico de Francia, Bernard Arnault, tiene una larga trayectoria como mecenas financiando decenas de exposiciones, invirtiendo en la obra de nuevos talentos contemporáneos y contribuyendo a la restauración del ala norte del Palacio de Versalles.
Pero ese amor por el arte ha dado un paso más allá con la inauguración del museo oficial de la Fundación Louis Vuitton, que abrió sus puertas el 27 de octubre de 2014. La obra, encargada al arquitecto canadiense Frank Gehry, tuvo un costo de 100 millones de euros y sus instalaciones bordean el Jardín d’Acclimatation, un antiguo zoológico y parque tropical fundado por Napoleón III.
Al frente de la fundación quedó Suzanne Pagé, ex directora del Museo de Arte de París, quien se encargó de presentar el proyecto al afamado arquitecto y convencerlo de participar. En una presentación previa, Gehry dijo que lo había diseñado desde hace siete años y su boceto inicial se ha transformado para dar pie a la expansión de las instalaciones. “He querido que parezca un edificio no terminado. El mundo cambia y espero que la Fundación también lo haga”, dijo en la conferencia, “hagan lo que les parezca con él, quiero que sea un lugar especial para ustedes”.
El museo incluye piezas de artistas como Sigmar Polke, el pintor alemán fundador del Realismo capitalista, y el escultor Thomas Schütte. Las exposiciones se centrarán en obras del siglo XX y XXI.