Mistura de mil sabores
Fusiones inesperadas, sabores inusuales. Este restaurante es imperdible en el destino paradisíaco.
POR: Loyda Muñoz
Mistura responde a mezcla, a fusión, a combinación. Esta reciente apertura dentro del Hotel Esencia en Tulum, ofrece una nueva propuesta gastronómica que se basa, intencionalmente, en la fusión de la cocina japonesa, la peruana y la mexicana.
El lugar hace un homenaje a la estética única de Tulum. Debajo de una gran palapa frente al mar y en medio de vegetación endémica, se avistan mesas de madera blanca, hamacas que siguen el ritmo de las brisas, sillas en color rojo y una barra con detalles azules en los azulejos, platones con cocos y hierbas frescas.
Mistura ha abierto sus puertas con una visión original: reunir los ingredientes endémicos de la región con técnicas y platillos de Perú y Japón. Los resultados son incuestionables. En cada una de las creaciones firmadas por Dimitris Katrivesis es posible descubrir texturas que se conjugan con notas picantes, especiadas o ácidas mezcladas a la perfección con cangrejo, pollo o langosta.
Así, la causa de pollo (un puré de papa con pollo inspirado en un platillo peruano) y sus sabores ligeros contrastan con un aderezo hecho a base de ají, las texturas del aguacate y alioli negro. Mientras que el cangrejo real a la cusqueña realza el sabor de la carne con mayonesa picante, huevas de langosta y acentos herbales. Por su parte, las ostras de Ensenada se preparan con leche de tigre (el jugo usado para marinar el ceviche) hecha con mango, caviar de salmón, mezcal y aceite de cebollín.
Cada uno de los ingredientes es cultivado localmente y aquellos que no se consiguen en Quintana Roo, son traídos de sus lugares de origen, como el mole de Oaxaca o sabores tropicales desde Yucatán. De este modo, la filosofía del Hotel Esencia y de Mistura son una constante en el menú.
Los tragos también son imperdibles y se maridan idealmente con todos los sabores creados por Katrivesis. El pepino, la chía, la sal de chapulín y el chipotle son sólo algunos de los acentos inesperados y reinterpretados como martinis, gins, margaritas y más. Estas bebidas destacan por ser ligeras, pero complejas en el paladar y perfectas para contemplar el horizonte del mar desde una de sus hamacas.