Guía de Xilitla, un paisaje surrealista entre cascadas y vegetación tropical

La Huasteca Potosina encierra lugares que parecen irreales y, sin embargo, están ahí para disfrutarlos. El centro del pueblo cafetalero de Xilitla, donde el son y el huapango dictan el ritmo de la vida en sus calles, y Las Pozas —como se conoce al onírico Jardín Surrealista de Edward James— son apenas dos ejemplos de ello.

Muchos llegan a Xilitla sólo para conocer el Jardín Surrealista de Edward James, pero —aunque éste es efectivamente el principal atractivo turístico de la zona— la realidad es que el encanto de este pueblo chiquito de la Huasteca Potosina radica también en su forma de vida que es tan relajada como festiva.

El Centro Histórico es el punto neurálgico de la vida y la cultura xilitlense. Xilitla mantiene vivas sus raíces y las comparte con sus visitantes. Frente a la plaza principal —donde los músicos locales hacen gala de su talento para el huapango— se encuentra el ex Convento de San Agustín, un edificio construido en 1553 como sede de la evangelización del pueblo.

Los fines de semana en Xilitla se tratan de comer bien, bailar y dejarse cobijar por el cielo azulísimo de la Huasteca. En su colorido tianguis principal se puede probar la gastronomía tradicional, que entre sus delicias tiene al zacahuil, las enchiladas potosinas con cecina, las acamayas —camarones gigantes de río— y el vino de capulín con naranja, que, además de ser riquísimo, ayuda a soportar el calor.

El encanto de este pueblo chiquito de la Huasteca Potosina radica también en su forma de vida que es tan relajada como festiva.

A 3.5 km del centro, está el mundialmente famoso Jardín Surrealista de Edward James. Este espacio es, de manera textual, un sueño del artista escocés hecho realidad. James llegó a México en busca de un lugar en donde expresar su creatividad y decidió construir un jardín en medio de la selva con los fragmentos de formas y emociones que aparecían en sus sueños.

Por su parte en el jardín de concreto —considerado uno de los ejemplos arquitectónicos más elocuentes del surrealismo—se puede subir por escaleras que sobrepasan la selva para terminar a cielo abierto, abrir puertas que dan al vacío y cruzar entre esculturas por los laberintos que las conectan. En primavera todo es más verde y la vegetación se fusiona de manera hermosa con el concreto.

La finca se nutre de las aguas del río Huichihuayán, que corre por las diferentes construcciones del jardín. Entre las esculturas se forman pequeños cauces que dan lugar a nueve pozas de agua templada que se conectan entre sí y en las que se puede nadar en medio de texturas y sonidos selváticos.

Qué hacer

Comer zacahuil, un tamal típico de la Huasteca. Es muy grande y está hecho de masa de maíz martajada y revuelta con salsa de chile rojo y cascabel; el relleno puede ser carne de cerdo o guajolote, y va envuelto en hoja de plátano. La cocción se hace en un horno de piedra que se calienta con leña y se deja ahí hasta por 12 horas.

Hacer rappel en la cascada Los Comales. Quienes buscan un poco de adrenalina en este viaje deben aventurarse a este descenso al lado de la caída de agua de 36 metros de altura.

Probar el café de la región. Hay que degustar con calma y, tras encontrar un favorito, comprar suficiente para llevar a casa.

Visitar el Museo Leonora Carrington, una de las figuras más prominentes del surrealismo y este espacio —inaugurado en 2018— es un homenaje a su legado. Aquí se exhibe una colección de esculturas, litografías y dibujos de la enigmática artista.

Dónde dormir

Casa Caracol $

Ideal para quienes persiguen el contacto con la naturaleza en cualquier momento de sus vacaciones. Con cinco tipos de alojamiento rústico en el bosque: hostal de tipis, habitaciones privadas, cabañas, un cuarto bajo tierra y una casa con espacio para hasta seis personas.

Posada James  $

Una de las opciones cercanas a Las Pozas. En este hotel de 10 habitaciones todo es destacable, pero sobre todo el servicio y las postales naturales que tiene desde cualquiera de sus espacios.

Posada El Castillo $

En el centro de Xilitla, este hotel es una opción para quienes quieren vivir la experiencia surrealista de verdad. Ésta es la casa en la que vivió James durante sus 20 años en San Luis Potosí. La propiedad también es un museo dedicado a su vida y estilo artístico.

$ menos de 1000 MXN
$$ 1000-2000 MXN
$$$ 2000-5000 MXN
$$$$ Más de 5000 MXN

Cuándo ir

La mejor temporada para visitar Xilitla es, sin duda, al final del verano, cuando el calor disminuye y la temporada de lluvias fuertes, que recién habrá acabado, aumentará el caudal de los ríos. Esta combinación permite nadar perfectamente en Las Pozas.

Cómo llegar

Dicen que las cosas que valen la pena cuestan. Para llegar a Xilitla hay dos opciones: la primera es volar al Aeropuerto Internacional de Tampico y después tomar el coche en un camino de poco más de tres horas y media hasta el centro del pueblo potosino.

La segunda opción es organizar un road trip desde la Ciudad de México a través de la Sierra Gorda de Querétaro. Hay que considerar que, por las características de la carretera 120, que es la que atraviesa la sierra, lo mejor es hacerlo en al menos un par de días, ya que serán casi siete horas de caminos ondulantes hasta llegar a Xilitla desde la capital.