El puerto de Veracruz es puro mar y música. Su malecón lo conforman extensas playas resguardadas por el imponente y legendario Fuerte de San Juan de Ulúa. Sus calles están repletas de monumentos y edificios históricos, como la Catedral de Veracruz y el Faro Venustiano Carranza. La tradición cafetalera exige a los paseantes beber su tradicional lechero. Por las noches, el Centro Histórico se llena de música, gracias a las marimbas, el danzón y las coplas veracruzanas.
“Veracruz, rinconcito donde hacen su nido las olas del mar”, así le cantaba Agustín Lara a este destino. Sus calles de edificios coloniales y porfirianos son un auténtico viaje a un pasado glorioso, de mucha actividad comercial y también de muchos conflictos bélicos. Para acercarse a su fascinante historia no hay mejor lugar que el Fuerte de San Juan de Ulúa, la fortaleza emblema del Golfo de México.
Construido entre los siglos XVI y XVII, el Fuerte de San Juan de Ulúa defendió a la ciudad de ataques piratas y, una vez consumada la Independencia de México, de invasiones extranjeras. Hacia mediados del siglo XIX, se convirtió en una cárcel, a la que fueron a parar varios personajes clave en la historia del país, como fray Servando Teresa de Mier, los hermanos Flores Magón y Benito Juárez.
El Centro Histórico de Veracruz es el corazón de la vida porteña. La Plaza de la República, también conocida como Plaza de la Reforma, alberga edificios que datan de los siglos XVIII y XIX. Entre los más populares están la Antigua Estación de Ferrocarriles, el Edificio de Correos y Telégrafos, el del Registro Civil, el Recinto de la Reforma y la antigua aduana Puerta de Mar, ahora conocida como la Primera Región Naval. No muy lejos de ahí se encuentra el Museo Naval, uno de los favoritos de niños y adultos, ya que cuenta con salas interactivas.
Sus calles de edificios coloniales y porfirianos son un auténtico viaje a un pasado glorioso
Rodeado de sus característicos portales, el Zócalo es punto de encuentro de cientos de locales y turistas. Visitarlo de noche es un verdadero espectáculo, ya que el ambiente se llena de música, marimbas y parejas que bailan danzón. Hay que admirar la hermosa catedral y el Palacio Municipal, así como tomar un café lechero, ya sea en la Gran Café de la Parroquia o en La Parroquia de Veracruz.