Yucatán

Motul: donde nacieron los huevos motuleños

Los huevos motuleños son una de las recetas insignia de Yucatán, pero ¿cuál es su origen?

POR: Iker Jáuregui

Los huevos motuleños son una de las recetas insignia de Yucatán.

Dentro del vasto universo de la gastronomía mexicana, la cocina yucateca se cuenta entre las mejores. Se ha ganado un lugar privilegiado a base de recetas entrañables y auténticas como la cochinita pibil, la sopa de lima y el queso relleno. Pero, quien en verdad conoce la región, sabrá que uno de sus mejores platillos se sirve por la mañana, con el desayuno. Hablamos de los huevos motuleños.

Este platillo constituye una parte fundamental de la dieta en la península y destaca, sobre todo, por reunir muchas de las mejores y más especiales características de la gastronomía yucateca. En los términos básicos y más tradicionales, los huevos motuleños se preparan estrellados sobre una tortilla frita, bañados de salsa de tomate y acompañados con chícharo, jamón cortado en cuadritos y abundante queso de bola esparcido por encima. El toque final, desde luego, es una salsa de habanero picante.

Además de ser un desayuno muy completo, los huevos motuleños son una introducción integral a la comida yucateca. En un mismo bocado logra encerrar sus sabores e ingredientes más emblemáticos, por lo que se ha convertido en un platillo insignia en la región. Pero ¿de dónde viene esta receta tan particular?

Huevos motuleños: un mito histórico

El origen de los huevos motuleños puede descifrarse fácilmente en su nombre. La invención de este entrañable platillo se la debemos al pequeño pueblo de Motul, a escasos 40 minutos en auto desde Mérida.

Motul está apenas unos minutos de Mérida.

Cuenta la leyenda que, en 1921, el entonces secretario de Educación, José Vasconcelos, se hizo camino hasta el pueblo durante una visita a la región. Después de haber estado en un cenote cercano, se desvió hacía Motul para comer con una hambrienta comitiva. El pequeño restaurante “La Sin Rival” fue escogido de imprevisto.

Debido a que el modesto local no tenía suficiente vajilla para servir toda la comida que habían preparado: huevos, chícharos, queso de bola y salsa de tomate, tuvieron que improvisar y acomodaron todo en un mismo plato. Maravillado por la improvisada invención, Vasconcelos preguntó por el nombre del platillo y así nacieron los huevos motuleños.

¿Dónde comer en Motul?

A Motul hay que ir a comer huevos motuleños, pero el viaje vale mucho la pena. El pueblo no es famoso por muchas otras cosas y al entrar a sus límites hay varios lugares que prometen servir la versión más auténtica, la más grande o, concretamente, la mejor.

Entre las muchas opciones de puestos y locales puede ser fácil confundirse, pero quien ya conoce el lugar sabe que hay que dirigirse hacia el Mercado 20 de Noviembre, específicamente a su planta alta, y ahí preguntar por Doña Evelia.

Este local tiene toda la tradición de Motul y no ofrece demasiada variación: puedes pedir uno, dos o tres huevos, con la yema suave o bien cocida. Para acompañar la recomendación es un agua de horchata fría.

 
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