Taxco y sus alrededores nunca han dejado de sorprendernos y, aún cuando ya creíamos conocer todos sus rincones, sigue desenterrando (literalmente) más secretos. Resulta que esta ciudad, llena de importantes templos católicos de la Nueva España, tiene otra faceta religiosa un poco más escondida y alejada del centro. En el pueblo de Juliantla, a sólo media hora de Taxco, se han descubierto los que podrían ser los primeros vestigios del judaísmo en México e incluso Latinoamérica.
El hallazgo se trata de una “mikve”, o un baño ritual judío que data del siglo XVI y cuyos restos fueron excavados apenas en 2021. A pesar del tiempo, los vestigios arqueológicos han podido rescatarse casi intactos, revelando una parte hasta antes desconocida de la historia colonial del estado de Guerrero y de las primeras comunidades judías en el continente.
Las “mikve” son espacios donde los creyentes realizan rituales de purificación. En estas pequeñas piscinas, de tamaño apenas suficiente para que una sola persona se sumerja de cuerpo completo, se limpian las impurezas, una parte fundamental para esa tradición religiosa. De hecho, los baños son tan importantes que, de acuerdo con la ley judía, deben de ser lo primero que cualquier comunidad construya, incluso antes de una sinagoga.
Para los arqueólogos, el descubrimiento de una “mikve” significa también el hallazgo de un asentamiento judío hasta entonces desconocido. Precisamente la investigación en las ruinas de Juliantla es importante porque sugiere que hubo presencia de la religión y de una colectividad judía como tal en Latinoamérica mucho antes de lo que se pensaba.
La hipótesis desarrollada conforme avanza el proyecto, es que una pequeña comunidad judía se hizo camino hasta Taxco desde Europa, en plena colonia española. Expertos en metales, llegaron para apoyar la minería de la ciudad, que desde entonces ya era una industria importante, pero se asentaron en Juliantla: cerca de los yacimientos, pero lo suficientemente lejos para evitar la intensa persecución de la Inquisición y continuar profesando su religión.
Ahí, lejos de las autoridades y la vida de la ciudad, construyeron las “mikve” como la primer estructura de su asentamiento, tal como lo dicta la ley, y una vida religiosa alternativa a la de los enormes templos católicos que, de hecho, son uno de los atractivos principales de Taxco.
A raíz del descubrimiento de las “mikve” de Juliantla, desenterradas en la plaza del pueblo, se ha empezado una investigación para seguir recorriendo la zona, en busca de otros restos asociados a la tradición judía y que podrían aportar al redescubrimiento de esta comunidad, pionera en el continente americano.