La historia de la civilización empieza con Mesopotamia, región en donde surgieron las primeras ciudades del mundo, que en cierto momento se unificaron en el Imperio Acadio y después se separaron en los Imperios de Asiria y Babilonia.
El imperio de Babilonia
Este último imperio destacó por sus constantes guerras, pero también por grandes innovaciones y sus avances en derecho, arquitectura y matemáticas. Inventaron el sistema sexagesimal que creó un minuto de 60 segundos, una hora de 60 minutos y un círculo de 360 grados, así como la escritura cuneiforme que durante 3 mil años sería adaptada a unos doce idiomas. Además, dividieron el año en 12 períodos y a la semana en 7 días (en honor a sus siete dioses y los sietes planetas observables).
La capital de este imperio, entre los años 2000 y 500 a.C, fue Babilonia, una de las ciudades más bellas del Medio Oriente antiguo y hogar de unas 250 mil personas; albergó los legendarios Jardines Colgantes que forman parte de las 7 Maravillas del Mundo Antiguo e incluso la Biblia sitúa a la torre de Babel en esta ciudad.
Babilonia: Patrimonio de la Humanidad
Este 2019, y dada la importancia que representa en la historia del mundo, Babilonia se sumó al listado de Patrimonios de La Humanidad de la UNESCO, luego de una década de campaña por parte de Irak. Al anunciar esta decisión, la Organización Internacional destacó que dicha urbe “representa la máxima expresión de la creatividad del Imperio Neo-Babilónico”.
Una ciudad de templos, palacios, jardines y puertas
Lo más sorprendente de toda la ciudad probablemente eran las ocho puertas que daban acceso. Entre ellas destacaba la de Ishtar, cuyos muros estaban llenos de ladrillos vidriados en color azul y que contenían relieves de animales que representaban a las principales deidades del Imperio.
Sin embargo, la parte más mítica de Babilonia son los Jardines Colgantes. Por desgracia, sólo quedan descripciones en antiguos escritos ya que lo más probable es que las terrazas donde se encontraban se derrumbaran hace siglos. Lo único que se sabe es que este espacio fue construido para complacer a la esposa de Nabucodonosor, quien echaba de menos las praderas de su lugar de origen.
Historia de la ciudad
En el siglo XVII a.C., Babilonia fue el centro del imperio durante el reinado de Hammurabi. Después pasó a manos de los kassitas, que la gobernaron de 1660 a.C. hasta 1150 a.C., cuando los asirios capturaron y saquearon la ciudad. Y no fue hasta que el general Nabopolasar derrotó a los asirios en 626 a.C. que la ciudad recuperó su antigua gloria. Él y su hijo Nabucodonosor reconstruyeron la capital y la transformaron en la espléndida ciudad que se conoce.
El Imperio cayó en 539 a.C. cuando el rey persa Ciro conquistó Babilonia y pasó a controlar toda Mesopotamia. En 331 a.C. fue tomada por Alejandro Magno, quien la convirtió en su capital. Pero, cuando murió, la región pasó a manos del general Seléuco, que prefirió construir junto al río Tigris una nueva ciudad, Seléucia, y Babilonia fue entonces abandonada.
Babilonia Actualmente
Fue hasta 1899-1913 que la ciudad fue excavada por el arqueólogo alemán Robert Kolde-wey. Actualmente, las ruinas requieren gran trabajo de restauración debido a que ha sufrido graves daños. En los años 80 Saddam Hussein demolió una gran parte del enclave para construir una réplica en su lugar, y durante la intervención del 2003 Estados Unidos la usó de base militar causando severos daños en la zona, característica por sus yacimientos arqueológicos.
Código de Hammurabi, Mesopotamia
Se trata del documento legal más antiguo del mundo. En la parte superior de esta pieza hay una representación del dios Shamash dictando el código legal al rey de Babilonia, Hammurabi. Este escrito regía todo el imperio y por eso fue tallado en el resto de la obra.
La puerta de Ishtar
Museo del Pérgamo
Se trata de una de las ocho entradas a la ciudad de Babilonia. Esta puerta en particular estaba dedicada a la diosa del amor y la guerra, Ishtar y en sus paredes se pueden encontrar leones, toros, dragones y demás figuras mitológicas. Uno de los grandes atractivos de esta pieza son sus ladrillos de adobe y lapislázuli que dan a la construcción un hipnótico color.
Kudurru del rey Marduk-apla-iddina I
Museo del Pérgamo
Esta piedra es un documento legal que conmemora la concesión de tierras por parte del rey babilónico Marduk-apla-iddina I a uno de sus fieles siervos. Gracias a sus inscripciones, se puede saber que esta transacción se hizo en el séptimo año de gobierno de dicho monarca; además, se puede notar que el plebeyo es más bajo que el rey para respetar su jerarquía y que su mano se encuentra levantada en señal de respeto.
Estandarte de Ur
Este vestigio arqueológico cuenta con varios detalles, por lo que es considerado uno de los documentos más fidedignos para entender la cultura, vida y costumbres de Mesopotamia. Está formada por dos escenas principales: una que describe a la civilización en tiempos de guerra y otra en temporada de paz.
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