Ojos de agua: un recorrido por los paraísos líquidos que hay en México

El agua está presente en México en todas sus formas. Está en cientos de playas paradisíacas, cristalinas y templadas; en decenas de  lagos, en incontables ríos de todos los tamaños y en los famosos cenotes yucatecos. No es sorpresa que el H2O fuera un elemento divino para las culturas prehispánica: era lo que daba soporte a la estructura del mundo.

Pero existe otra forma de belleza líquida; los ojos de agua. Hablamos de esas formaciones naturales que subsisten gracias a los depósitos hídricos que hay en el  subsuelo. Estos manantiales se caracterizan por contener agua increíblemente transparente, pues su flujo es constante. Quizá por eso estos paraísos líquidos son el sitio de donde nacen algunos ríos.

Los ojos de agua están ubicados a lo largo de toda la República, ya que se forman donde hay aberturas o huecos en el terreno. Aquí les dejamos algunos de los más impresionantes.

Las Estacas, Morelos

A este agujero se le llama ‘El Borbollón’ y es la fuente que da origen al río Yautepec, el cual confluye al sur del río Balsas. Este ojo de agua revela un suelo de rocas que resalta junto a la espesa vegetación.

Tlacotepec, Oaxaca

El corazón de este manantial se encuentra en una cueva natural entre las rocas. A partir de ahí, el agua fresca forma un conjunto de albercas naturales ideales para admirar el color azul celeste intenso que brilla bajo el sol del sur de Oaxaca.

Los Ahuehuetes, Puebla

Ubicado en la Sierra de Puebla, este ojo de agua se conforma de un conjunto de pequeñas lagunas. Como su nombre lo dice, el manantial se encuentra en medio de enormes árboles de ahuehuete que le dan sombra al agua y forman un contraste colores espectacular.

Puerta de Lima, Nayarit

Este manantial se encuentra en su forma más natural y está ubicado en el ejido de Puerta de la Lima, cerca de la Riviera Nayarit. Además del ojo de agua, cuenta con terrazas de agua de diferentes tonalidades de azul. De fondo, desde la vegetación cantan las aves.

Zacualpan, Colima

El río Armería mide 240 kilómetros, y cerca de su desembocadura se topa con estos manantiales. Este ojo de agua se encuentra en las faldas del imponente Nevado de Colima, lo cual explica que su suelo sea de naturaleza volcánica.

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