Naviva es el nuevo resort de Four Seasons, que abrió en Punta Mita apenas a finales del año pasado, pero no se parece en nada a otros hoteles de la región. Para ser sinceros, se trata de un concepto muy distinto a cualquier otro lugar donde nos hayamos hospedado en México.
El alojamiento aquí es en luxury tents, pero más allá de acampar o incluso glampear, los huéspedes tienen toda la comodidad que podrían esperar de cualquier Four Seasons. Aunque, eso sí, quizá ningún otro Four Season en el mundo pueda presumir la misma vista desde la habitación: un bosque tropical de 19 hectáreas y, al fondo, el Pacífico.
Naviva es esencialmente lo mejor de dos mundos: una profunda inmersión en la naturaleza que no cede el lujo o el descanso. Un balance que no es nada fácil de obtener. Desde luego que el lugar hace su parte, pero una experiencia así sólo puede completarse a través del servicio personalizada, la atención al detalle, el diseño y la arquitectura.
Las posibilidades de Naviva
Las diferencias empiezan a notarse desde la llegada. Todos los huéspedes, que aquí, por cierto, prefieren concebir como invitados, son recibidos por un guía personal que desde antes de la llegada ya ha planeado un itinerario, basándose en los intereses y planes particulares de los visitantes.
Esto es un servicio importante si se toma en cuenta que el hotel está rodeado por una extensa selva tropical, una playa exclusiva y la inmensidad del océano Pacífico. Además, el resort cuenta con instalaciones de lujo, que incluyen un spa, una alberca, un gimnasio al aire libre y Copal, el restaurante de Naviva que ofrece un menú farm-to-table usando los ingredientes y tradiciones gastronómicas de la región y que se adapta a los gustos y preferencias de los invitados.
Todo este abanico de posibilidades propone diferentes miradas para que los huéspedes puedan descubrir el destino y sacarle todo el provecho a su estancia. Ya sea desde el lado del bienestar, haciendo yoga frente a un acantilado, o simplemente relajándose, tomando el sol en la terraza privada de cada luxury tent.
Las actividades más extraordinarias, sin embargo, están en las experiencias Daily, Unscripted y Signature. Las Daily Naviva experiences están diseñadas para obtener lo mejor de la propiedad, entre actividades gastronómicas, hikes, pesca o sesiones de meditación. Unscripted son experiencias que ocurren de forma espontánea, como picnics al atardecer o catas de vino. En Signature Naviva es donde los huéspedes de verdad pueden adentrarse en el destino, ya sea desde su naturaleza, con un safari nocturno por la selva, o desde la cultura local, con visitas y talleres en casas de artistas vecinos.
Diseño y arquitectura: los protagonistas discretos
No hace falta decir que el panorama natural es lo más impresionante de Naviva. Eso que se nota de inmediato, tan grande e imponente que te acompaña sin soltarte durante toda la estancia. Pero lo que hace único a este hotel y complementa a la perfección el entorno, es su diseño y arquitectura.
El concepto estuvo a cargo del despacho sudafricano Luxury Frontiers, quienes priorizaron las habitaciones abiertas y tomaron patrones y formas naturales como inspiración para diseñar un espacio biofílico, es decir, un lugar donde se pudiera conectar plenamente con la naturaleza.
Además, Naviva se construyó buscando causar el menor impacto posible en su entorno, con técnicas y materiales sostenibles, sumado a otras iniciativas amigables para el medio ambiente como paneles solares, sistemas de captación y aprovechamiento de agua eficientes, drenaje natural, vehículos eléctricos, obras de arte con materiales reciclados y productos e ingredientes de origen local en todos sus menús.