Qué ver en la FIL Guadalajara este año

Si hay un destino próximo en la agenda, ése es Guadalajara, ya que a finales de noviembre se inaugurará la Feria Internacional del Libro 2022 en esa ciudad tapatía, la cual cierra con mucho entusiasmo las actividades relacionadas con el ámbito del libro y la lectura en México con la 36ª edición de la FIL.

Vale la pena mencionar que, luego de tres años, esta feria retoma de lleno sus actividades presenciales, por medio un extenso programa que abarca de todo.

Tan sólo para abrir el apetito de los asistentes, en este variado menú editorial hay premios y homenajes (entre ellos, el Homenaje al Mérito Editorial, para el editor guatemalteco Raúl Figueroa Sarti, y el prestigioso Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz, otorgado a la escritora Daniela Tarazona), presentaciones y firmas de libros, así como encuentros entre lectores y autores, actuales y ya fallecidos, por medio de sus obras, que así se mantienen vigentes.

Más allá de la literatura

La FIL tiene un espacio dedicado también a la ciencia y a diversas formas de pensamiento, expresadas en charlas sobre los temas más variados.

Hay foros tanto literarios como académicos y se llevan a cabo numerosas actividades artísticas y musicales, dirigidas a un público que, se espera, vuelva a los números previos a la pandemia, cuando cerca de un millón de asistentes abarrotaban durante 10 días los pasillos de Expo Guadalajara, sede anual de este encuentro.

Los jóvenes y niños también tienen su menú en la FIL, ya que pueden degustar las presentaciones y pláticas dirigidas a este numeroso público, el cual encuentra en los textos de su preferencia una forma de expresión con la que pueden identificarse y así compartir con otros sus inquietudes y dudas.

Como cada año, en esta edición hay un país o territorio invitado y como no podía ser de otro modo, en 2022 ese espacio lo ocupará la cultura árabe, más precisamente, el emirato de Sharjah, que, más allá de las páginas, ofrecerá un suculento despliegue de música, artes visuales y cine para conocer aquel rincón del mundo tan alejando del nuestro.

Además, habrá presencia de literatura de prácticamente toda América Latina, así como de Israel, Noruega, Italia, Quebec, Cataluña, Galicia, entre otros.

En el Área Internacional de la FIL nos sentiremos como en una pequeña sede de la ONU, donde se habla, más que nada y sin importar el idioma, de libros.

Una oda al libro en pleno Mundial

Por azares del clima en Medio Oriente, la Copa del Mundo de Catar coincidirá con todo el transcurrir de la FIL, así que no debe sorprendernos que entre los stands y pasillos de la misma se oiga el ocasional grito de “¡goooool!” o se lamente la falla de algún tiro penal.

Seguramente se verá a lectores, y también editores y promotores del libro, vistiendo las camisetas de sus selecciones favoritas.

Será una batalla épica entre libros y futbol por atraer la atención de un público apasionado por ambos (imagínense, el mismo día de la inauguración jugará México contra Argentina), pero que bien podrían encontrar, gracias a ambas pasiones, varios puntos en común.

La FIL de Guadalajara, más allá del rodar de un balón, se mantiene como el escaparate por excelencia para el libro hispanoamericano y de otras latitudes.

Es una feria que no tiene fronteras, un encuentro de ideas y palabras en lenguas tan distintas como afines, una oportunidad de conocer a otros, y a uno mismo, entre las páginas de nuestros libros favoritos o en las nuevas ediciones que buscan lectores que las atesoren. Sólo por eso, bien vale la pena dejarse caer en la capital de Jalisco unos días.