En lo más alto de un acantilado en las playas de Jalisco, el nuevo Four Seasons Resort Tamarindo busca que sus huéspedes se desconecten del mundo, sin tener que ir muy lejos: a solo 35 minutos en auto desde Manzanillo o poco más de cinco horas desde Guadalajara.
El complejo, construido en medio de la reserva natural de Tamarindo, ofrece una experiencia para reconectar con la naturaleza y descubrir un destino que hasta ahora estaba prácticamente oculto para los viajeros.
Emerge de una jungla densa, sin embargo, no es invasivo con el ecosistema. Únicamente el 2% del terreno del hotel se utilizó para construcción, dejando así la posibilidad de que los huéspedes exploren la naturaleza que los rodea, guiados por biólogos e investigadores residentes. Hay más de 1,200 hectáreas de vida silvestre y tres playas privadas. Además, se puede aprender de los usos tradicionales de las plantas locales desde la época prehispánica y conocer algunas de las 70 especies endémicas que habitan en la jungla incluyendo aves, mamíferos, anfibios y reptiles.
También cuenta con una amplia oferta de servicios de bienestar en su spa Casa Terrazas y un campo de golf. Este último, lo diseñó David Fleming para disfrutar al mismo tiempo de la jungla tropical y la costa rocosa. El campo incluye las áreas de práctica, instrucción privada y una tienda.
En el frente gastronómico, el Four Seasons Resort Tamarindo tiene una finca de 14 hectáreas dedicada al cultivo del campo y la crianza de animales de forma sostenible. Estos ingredientes toman forma en el menú diseñado por Elena Reygadas del restaurante Coyul. Y como opción más relajada, está la taquería Nacho, situada junto a una de las piscinas. En 2023, el resort prevé estrenar Sal, un restaurante de mariscos y bar de cócteles junto al mar.
Sus 157 habitaciones, construidas a lo largo del acantilado, fueron diseñadas por los reconocidos arquitectos mexicanos Víctor Legorreta y Mauricio Rocha quienes, junto con el diseño de interiores de Urbie Krayer y Estudio Esterlina, lograron crear un concepto donde conviven el entorno natural y la herencia de México.
Después de todo, esas son las líneas rectoras de Four Seasons Resort Tamarindo: preservar el entorno natural que lo acoge y elevar la cultura mexicana. Por eso, más allá de ofrecer experiencias de lujo en un destino paradisíaco, el proyecto se alió con las organizaciones Ensamble Artesano y Taller Maya para poder llenar sus instalaciones con el trabajo de artistas mexicanos.