El distrito de Eixample, en el centro de Barcelona, es uno de los más poblados e icónicos de Barcelona. Es aquí mismo, sobre la calle Provenza y a pocos metros de algunas de las contracciones del Paseo de Gracia, donde se ubica el hotel The One Barcelona. Un alojamiento que recoge en su arquitectura y diseño la esencia de la ciudad y su historia.
Detrás de una fachada gris, repleta de ventanas enmarcadas en color bronce, se deja ver un inconfundible estilo ideado por el reconocido Jaime Beriestain. El lobby y las áreas comunes reciben a los huéspedes en un ambiente neutral donde la madera, el mármol y la luz natural son protagonistas. De tanto en tanto, el mobiliario contemporáneo, los tapices en las paredes y las obras de arte, le dejan al espacio algunos detalles de color que llenan de energía el hotel.
Cada una de las 89 habitaciones se caracteriza por su luminosidad y su amplitud, esto se logra gracias a los tonos neutros y los destellos dorados. En todos los cuartos además hay una obra especial comisionada al artista chileno Fernando Prats. Asimismo, las camas están recubiertas con accesorios de Bassols 1790. En cuanto a los baños, de mármol, cuentan con ducha de lluvia y amenidades de la marca local Natura Bissé.
Penthouse Suite.
Foto: cortesía The One Barcelona.
Por el lado culinario, el chef Miguel Muñoz se hace cargo de preparar los mejores platos en el Somni. Su objetivo es juntar el arte y la gastronomía y ofrecer una experiencia a la carta que incluye recetas barcelonesas con un guiño a la comida internacional. A un lado del restaurante se ubica el bar, un espacio para probar tapas, disfrutar una copa de vino y escuchar música los jueves y viernes.
Restaurante Somni. Foto: cortesía The One Barcelona.
Otro aspecto que hay que destacar de The One Barcelona son sus áreas dedicadas a la relajación. En verano, cuando la ciudad se llena de energía y el ambiente de playa se apodera de las calles, es ideal subir al último piso a disfrutar de la alberca y el solárium, los cuales tienen vista panorámica de Barcelona . Por otro lado está Despacio Spa at The One, donde se pueden recibir masajes, faciales y tratamientos corporales.
Foto: cortesía The One Barcelona.
Sin más, aquí les compartimos algunas recomendaciones que nos hizo el equipo de The One Barcelona para disfrutar al máximo la estadía.
Una habitación
La Junior Corner Suite es un espacio ideal en el que hay sitio hasta para tres huéspedes. Sus dos habitaciones, ubicadas en las esquinas del edificio, cuentan con enormes ventanales que permiten admirar el barrio de Eixemple en todas sus facetas.
Foto: cortesía The One Barcelona.
Personaje clave
The One Barcelona no sería lo mismo sin el alegre diseño de Jaime Beriestein, quien combinó la esencia colorida de la ciudad con los espacios interiores. Tampoco se puede ignorar a Miguel Muñoz, quien se encarga de deleitar hasta a los paladares más exentes en la cocina del Somni.
Espacio público
Mood Rooftop Bar es una terraza exterior en la parte alta del hotel, abierta para todo el público. Tiene una de las mejores vista de Barcelona, de hecho desde la alberca y el bar se pueden divisar la Sagrada Familia, La Pedrera y hasta el Mediterráneo.
Foto: cortesía The One Barcelona.
Algo imprescindible
Una caminata por el Paseo de Gracia es parte fundamental de un viaje a Barcelona. Hay que aprovechar que The One está a sólo una cuadra de esta ancha avenida en la que se entrelazan las más reconocidas boutiques de moda con obras de arquitectura modernista.
Un detalle
Los huéspedes podrán admirar obras de arte de algunos de los artistas catalanes más notables sin salir de la propiedad. Ahí se exhiben piezas de Joan Miró, Manolo Valdés o Antoni Tàpies, por mencionar algunos.
Un platillo
Hay que empezar una comida en el Somni con el rollo de aguacate relleno de bogavante azul y acompañado con salsa de coco.
Foto: cortesía The One Barcelona.
Algo para tomar
El Cerebrino, en honor al medicamento Cerebrino Mandri que se fabricaba en lo que hoy es el hotel, que consiste de una infusión de gin con manzanilla preparada con jugo de mora azul y un toque de limón.
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Foto de portada: cortesía The One Barcelona.
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