Chipehua: Oaxaca aún tiene playas escondidas por descubrir
Entre la arena blanca, los cerros y la tranquilidad del mar, Chipehua es una de esas playas oaxaqueñas donde la naturaleza es protagonista.
POR: Iker Jáuregui
Hace mucho que las playas oaxaqueñas dejaron de ser un secreto. Los kilómetros de costa virgen que antes podían ser un plan aventurero ahora cambiaron para convertirse en centros culturales o incluso destinos de lujo. Sin embargo, hay ciertos rincones donde la naturaleza todavía le gana la partida al desarrollo y es lo único que se ve en kilómetros a la redonda. La playa de Chipehua, a unas cinco horas de la ciudad de Oaxaca, cerca de Salina Cruz, es uno de esos secretos aún guardados.
Entre la calma de Chipehua se forma un panorama único en toda la costa oaxaqueña. Esta playa escondida se divide entre las aguas del Pacífico y las montañas de la región del Istmo de Tehuantepec. Los cerros, cubiertos por una espesa maleza selvática desembocan en la playa o directamente en el mar, creando vistas increíbles desde sus cumbres y una barrera natural para la privacidad de sus visitantes.
Pero, por si este escenario de ensueño no fuera suficiente para armar un viaje hasta el último límite de la costa oaxaqueña, las arenas de esta playa esconden otra sorpresa difícil de ver en cualquier lugar.
Las dunas gigantes de Chipehua
No debes confundir estos montones de arena con pequeños cerros, se trata de alucinantes dunas que se forman cerca del agua. Algunas incluso pueden rebasar los 100 metros de altura y van cambiando de apariencia y lugar dependiendo de la conducta del viento.
Semanas después de la temporada de lluvias, entre las dunas se forman pozas de agua que aportan al paisaje surrealista e incluso son suficientemente grandes como para sumergirse. Además, los amantes del deporte extremo reconocerán en las dunas de Chipehua una oportunidad perfecta para practicar sandboarding y, aunque las olas no son tan altas como en otras playas de Oaxaca, también podrán hacer algo de surf en las mañanas.
Por otro lado, el agua tranquila de estas costas es ideal para nadar sin preocupaciones, con tonos turquesa y temperatura cálida durante todo el año. En sus profundidades también hay buena pesca, así que los mariscos frescos están asegurados en el pueblo pesquero cercano a la playa o en alguna de las palapas de la costa.
¿Dónde quedarse en Chipehua?
La mejor opción para dormir en Chipehua siempre será acampar. No sólo porque no hay grandes desarrollos o ciudades cerca de la playa, sino porque por las noches tiene otro espectáculo preparado para sus visitantes.
Después de un increíble atardecer, que tiene que verse desde lo alto de alguno de los cerros que rodean la playa, la luna y las estrellas se vuelven protagonistas de la escena. Sin alumbrado artificial, son suficientes para iluminar la oscuridad de la noche, aunque siempre un buen plan es acampar junto al fuego de una fogata.
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