Un viaje para recordar toda la vida
Así de bellos son los paisajes y cada una de las escalas en la ruta de El Chepe Express.
POR: Rodrigo Pérez Rembao \ FOTO: Ritta Trejo
Hay quien dice que, para disfrutar la experiencia de viaje a bordo de El Chepe Express, lo mejor es salir de Los Mochis hacia Creel como destino final. De este modo los paisajes comienzan con las vistas del Pacífico en Los Mochis, y poco a poco, se dejan ver los escenarios de vegetación cada vez más abundante, donde las planicies dan paso a las impactantes zonas montañosas de la Sierra Tarahumara.
La experiencia de viaje que ofrece el Chepe Express resulta sorprendente, de una forma u otra. El viaje en sí es una experiencia que encuentra un lugar especial en nuestro anecdotario, más allá de los atractivos que ofrece cada uno de los destinos en la ruta.
Todo empieza desde que abordas el tren y te encuentras con un vagón perfectamente acondicionado para tu comodidad. Los asientos ergonómicos y espaciosos, en un ambiente climatizado, te invitan a permanecer ahí todo el trayecto. Y ahí podrías quedarte, si no supieras que el último vagón del Chepe es un coche terraza con una barra de bebidas y snacks y ventanas abatibles para disfrutar mejor las vistas; ¡y vaya que las vistas son impresionantes!
Del mar a la Sierra Madre
Ya hemos contado sobre la experiencia gastronómica en Los Mochis y sobre sus maravillosos atardeceres. En El Fuerte, Pueblo Mágico en Sinaloa, se puede caminar por el malecón o hacer un paseo en balsa por el río Fuerte y apreciar una gran diversidad de aves endémicas y migratorias.
Después del puente Agua Caliente, que pasa por encima del río Fuerte, y es el más largo de la ruta, con casi 500 metros de extensión, las vistas son cada vez más espectaculares. Vienen luego unos kilómetros de selva baja, más o menos hasta llegar a la presa Huites, un embalse rodeado de montañas que conviene apreciar desde la terraza para que captes mejores imágenes en tu cámara.
En este punto de la ruta, las llanuras habrán quedado atrás. Con la aparición de las montañas y el aumento de la vegetación notarás también un cambio de ánimo, como si empezara a preparar para lo siguiente: cuando menos pienses, te encontrarás inmerso en un paisaje totalmente diferente, en donde notarás también un cambio de temperatura. Estarás frente a la Sierra Madre y toda esa mística que le es propia.
Esta es una zona impregnada del misticismo que caracteriza a la cultura rarámuri. A más de 1,400 metros sobre el nivel del mar se aprecia la belleza del paisaje que rodea a la estación Témoris, poco antes de Bahuichivo, ya en el estado de Chihuahua. Éste es uno los puntos más espectaculares de la ruta, en esta parada hay que tomarse un momento para visitar el mirador del Cerro del Gallego, el más alto de México, desde donde puede apreciarse mejor la magnitud de las Barrancas del Cobre, a solo 20 km de la estación Bahuichivo.
Todavía quedan varias horas de imponentes paisajes hasta Divisadero. Ahí bajamos y descubrimos uno de los tesoros naturales de nuestro país, en el Parque Barrancas del Cobre, en donde hicimos una cabalgata por los senderos y disfrutamos de algunos de los paisajes más espectaculares del trayecto. El destino final en nuestra ruta es Creel, cuyo paisaje se caracteriza por formaciones rocosas entre los valles y donde una de las actividades más recomendables es visitar el Lago Arareko, a cinco kilómetros de la estación o visitar la Cascada de Cusarare, que sorprende con su imponente caída de 30 metros.
Viajar a bordo de El Chepe Express y disfrutar de todo lo que ello conlleva —destinos, culturas, paisajes, excelente gastronomía y un servicio a bordo impecable— hace que partir de la costa del Pacífico hacia la Sierra Madre, se vuelva una de las experiencias más enriquecedoras que se pueden vivir en México, y definitivamente es un viaje para recordar toda la vida.
Descubre la sorprendente experiencia a bordo de El Chepe Express en chepe.mx.
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