Desde que tengo memoria, Los Cabos ha formado parte de mi historia y de la de mi familia. Todo empezó cuando el hermano mayor de mi mamá decidió irse a vivir a San José del Cabo en los 80 y desde entonces pasamos todas las Navidades allá.
Quizás me equivoque, pero podría jurar que mi primera vez en una alberca, mi primer pie en el mar y la primera ballena que vi fue en Los Cabos. Pero sobre todo, la primera experiencia de hospitalidad que tuve en mi vida, al primer año de nacida, fue en el Tropicana de San José.
Por razones obvias, no recuerdo con exactitud cómo fue mi experiencia. Pero, existen fotografías que sustentan la historia. Muchos años repetimos la misma dinámica, hasta que comenzamos a quedarnos en casa de mis primas. Aún así la tradición de visitar el Tropicana prevalece en mi familia, cada vez que visitamos San José y compramos esquites de la parroquia.

Una renovación con esencia
Años después, regresé a este hotel que guardaba tantos recuerdos de mi infancia. Todo fue para disfrutar de su nueva era, como diría Taylor Swift, luego de renovar sus instalaciones, aunque la esencia sigue siendo la misma: el origen de San José del Cabo, la tradición, lo hogareño.
Hoy, en pleno 2025, San José del Cabo ha crecido tanto que si no lo has visitado en los últimos años, no lo reconocerías. Lleno de comercios, cafés y miles de extranjeros y chilangos que han decidido empezar una vida en la Baja. Cada vez son más los hoteles que deciden abrir sus puertas a las orillas del Pacífico y son pocas las zonas de playas vírgenes que quedan en la zona –como el estero, un oasis de agua dulce a donde hay que ir a ver el amanecer. Sin embargo, Tropicana sigue conservando todo el pasado de este lugar.

El epicentro de San José
Hospedarte en Tropicana te dará lo mejor de los dos mundos, pues dentro de sus instalaciones te sentirás en una pequeña hacienda mexicana en medio de Cabo viejo pero en sus puertas se encuentra toda la novedad del pueblo nuevo. A tres cuadras puedes tomar una clase de barre en Casa Muv o a solo 500 metros disfrutar un café de Doña Nena. Todos los jueves por la noche puedes salir a caminar por el pueblo y gozar del día con más ambiente gracias a su Art Walk en donde casi todos los lugares tienen algo de arte que ofrecer, hay música en vivo y podrás cerrar la noche con una cena en la terraza del hotel, llamada Cocina de las Californias.
Para ir a la playa podrás ir caminando o en bicicleta y disfrutar de las tranquilas calles que lo rodean. Hay buenos beach clubs cerca como el de Veleros, con acceso exclusivo para huéspedes, ubicado a solo ocho minutos en coche, con camastros reservados y un cóctel de cortesía. Ahí podrás pasar el día, disfrutar de comida rica y unos buenos drinks.

En cuanto a relajación, el spa de Tropicana es la mejor opción de la zona. Con sus cremas y aceites a base de Damiana, una planta que crece en Baja California Sur, sus masajes serán la mejor manera de relajarte y hacerte olvidar los estreses de la vida por 60 minutos.
Sin duda, quedarte en Tropicana será quedarse en el corazón de San José del Cabo en donde podrás tener la mezcla perfecta entre tradición, historia y lujo.
