Como si se tratara de un camino hacia una tierra lejana –y tal vez prometida–, el embarcadero más largo del mundo se erige en el Golfo de México. Se trata del muelle de Ciudad Progreso de Castro, en Yucatán, que mide más de kilómetros y es, entre todos los del país, el que mejor se conserva pese a haber sido inaugurado hace casi 80 años (en 1941).
La longitud, que en sus inicios era de 2100 metros, se debía a que, de otra manera, los buques de carga no podían –ni podrían ahora– atracar. Esto, porque en península de Yucatán es necesario adentrarse varios kilómetros para encontrar profundidad.
Construido por la empresa danesa Christiani and Nielsen, se dice que es la estructura de concreto reforzada con acero inoxidable más antigua del continente americano. Y aunque ya era bastante largo el muelle, en 1988 se le añadieron 4 mil metros más. Actualmente se desarrolla como un puerto comercial y turístico al que arriban tanto cruceros de viajeros como grandes mercantes.
Qué hacer en Progreso
Dado que su ubicación es bastante conveniente, se puede apreciar gran parte de la fauna que habita en las costas yucatecas: gaviotas, lagartijas, codornices, tortugas, diversas especies de peces y hasta mapaches, entre otros. Admirar los atardeceres desde ese punto es un privilegio.
Por otro lado, el malecón es en donde se desarrolla prácticamente toda la actividad entre los visitantes, pues ahí se encuentran la mayoría de los restaurantes con platillos frescos y con ingredientes locales, así como bares y pequeñas casitas donde se venden bebidas refrescantes, paletas heladas y nieves.
A unos 10 minutos se ubica la reserva ecológica El Corchito, donde se pueden observar distintos manglares y nadar entre los cenotes a nivel del mar. Muy cerca de Progreso también se halla la Laguna Rosada, donde si se cuenta con algo de suerte es posible observar a los flamencos, aunque sin perturbarlos. El clima en general es tropical-húmedo y su temperatura oscila entre los 25 y 40 grados.
Una vuelta por Mérida
Si optan por ir a Mérida, que en auto está a unos 30 minutos de Progreso, no duden en visitar La Negrita, la primera cantina que se abrió en la capital de Yucatán. El establecimiento, que es más bien una vieja casona con espacio al aire libre, ofrece cerveza a muy buen precio, botanas típicas y música cubana en vivo. Se ubica en Calle 62x 49, 415, Centro.
En cuanto a la comida, nada como las tortas Wayan’e: deliciosos y suaves trozos fritos de pork belly envueltos en un pan blanco y acompañados de una salsa de habanero bastante picosa. Hay que llevar efectivo, pues no se puede pagar con tarjeta. El local, que es el número 4, se ubica en Av. Mérida 2000.