Los mejores desayunos de México están en las centrales de abasto

Entre estos pasillos están los ingredientes básicos y los más peculiares, en sus versiones más frescas y al por mayor. Lo típico y los secretos mejor guardados de la gastronomía en México. Podría decirse que las centrales de abasto son un epicentro fragmentado de la comida mexicana. Porque, después de todo, una gran parte de lo que se prepara en las cocinas de nuestro país tiene que pasar por estos enormes mercados primero.

La mayoría de las grandes ciudades tienen su propia central de abastos que, a manera de Meca gastronómica, atrae a los cocineros de su ciudad desde las horas más tempranas del día. Los restaurantes de cadena, puestos callejeros y los spots de moda empiezan su operación aquí. Se hacen de los insumos necesarios para el día y regresan a sus comensales, pero no sin antes parar en busca de un suntuoso desayuno.

Aquí comen los que saben de comida y, lógicamente, abundan las buenas opciones. El tamaño y la disposición de las centrales de abasto pueden llegar a ser abrumadores y confusos, pero, quienes conocen donde buscar, han encontrado excelentes platillos para empezar el día entre sus numerosos locales.

Ciudad de México: intenta no perderte

La Central de Abasto de la Ciudad de México es nada más y nada menos que el mercado de comida más grande del mundo. Sus largos pasillos y enormes bodegas se extienden en un terreno de 327 mil hectáreas que todos los días recibe aproximadamente medio millón de visitantes. Entre el frenético caos de las multitudes, las absurdas velocidades a las que se mueven los diableros y el complejo mapa en el que se fragmenta esta ciudad dentro de la ciudad, podría ser difícil darse un momento para sentarse y comer algo. Sin embargo, hay varias buenas opciones.

Para sorpresa de nadie, los más populares y abundantes entre los locales de comida preparada en la central son las taquerías. Cerca del producto que llega desde lo largo y ancho del territorio nacional, aquí se pueden preparar de todos los estilos y con cualquier ingrediente. De carnitas, mariscos, o de asada. El Cochinito Dorado, en el pasillo 2, local 93, sirve tacos de bistec y carnitas al estilo Michoacán, pero su menú curiosamente también incluye unos jugos espectaculares para completar el desayuno. Otra taquería favorita es La Sagrada Familia, igualmente famosa por su juguería, pero además por sus tacos de bistec, campechanos y al pastor, en tortilla hecha a mano.

Para opciones más allá de los tacos, Pio Pio es uno de los pocos restaurantes de toda la central donde puedes encontrar asiento e incluso algo de calma. Su menú se sirve como si fuera una fonda tradicional, con variaciones todos los días, pero con sus platillos insignia disponibles a la carta. En este lugar del pasillo 2, local 58 A, de la zona de abarrotes, lo imperdible es el lomo de salmón a la parrilla, pero también hay desayunos completos e incluso chile en nogada durante la época pertinente.

Oaxaca: lo que era secreto

En la ciudad de Oaxaca abunda la buena comida. La gastronomía por sí sola bien puede ameritar un viaje hasta allá. Variedad de moles, tlayudas, tamales, tasajo y café. Los platillos se maridan con mezcal y brillan por sus ingredientes únicos que llegan de cualquier rincón del estado y se consiguen en la Central de Abastos. De entre todos los mercados que hay en la ciudad, incluyendo el famoso 20 de noviembre, la central quizá no es el más estético, pero es el más grande de todos.

Su actividad frenética puede llegar a ser desconcertante y los visitantes sin duda corren el riesgo de perderse. Sin embargo, si lo que buscas es una buena opción para desayunar, sólo necesitas poner rumbo al local de Doña Vale para probar sus famosas memelas.

Quizá reconozcas el nombre si viste “Street Food” en Netflix, donde Doña Vale fue protagonista de uno de sus episodios. Pero, lo cierto es que mucho antes del éxito de la pantalla chica ya eran una de las opciones favoritas entre los locales. Hay que llegar temprano, porque la mayoría de los días todo se acaba antes de las 11 de la mañana. Si eres uno de los afortunados que puede encontrar lugar, elegirás entre dos salsas especiales para acompañar la memela: morita o de tomate. Además, la tortilla se llena con manteca, quesillo, cecina o huevo.

Guadalajara: donde todo empieza

En la perla tapatía siempre ha existido una enorme escena gastronómica que se debate entre algunos de los mejores platillos regionales de todo México, como la carne en su jugo o la torta ahogada, pero nunca deja de impulsar nuevas propuestas. Desde puestos de lámina y locales modestos, hasta restaurantes con importantes reconocimientos, todo eso empieza después de los Arcos Milenio, al suroeste de la ciudad, en su gran central de abastos.

Además de ser el centro de provisiones para toda la industria de la comida en Guadalajara, este edificio histórico, del siglo XIX, también esconde un importante tianguis de comida, hasta donde los más hambrientos peregrinan todos los días en busca de un buen desayuno.

Las opciones son variadas, pero el favorito indiscutible está en la Menudería Chela. La fama de este local lo ha llenado durante años con las visitas de grandes personalidades de la ciudad, cuyas fotos con Chela, la cocinera, abarrotan su muro de la fama. No es para menos, los locales aseguran que aquí se prepara una de las mejores versiones del tradicional menudo. Por más de 50 años este puesto ha surtido el desayuno de los visitantes de la central forjando el viejo dicho “viajero que viene a Guadalajara y no vienen con Chela, no vino a Guadalajara”.

La Nueva Viga: lo mejor del mar, lejos del mar

Encontrar la mejor marisquería de la CDMX podría ser una tarea cercana a lo imposible. A pesar de la complejidad geográfica, a no menos de tres horas de cualquier costa, aquí abundan los buenos restaurantes de pescados y mariscos, con niveles de frescura improbables. Todo se debe a la intensa actividad de La Nueva Viga, que a diario recibe más de 1,500 toneladas de producto desde los lejanos mares de Mazatlán, Baja California, Veracruz o Guerrero.

Quizá es tramposo incluirla en esta lista, ya que en teoría pertenece a la aledaña y antes mencionada Central de Abasto, pero en realidad necesita su propio espacio. No sólo hablamos del mercado de pescado y mariscos más grande de México, si no que es el segundo con mayor extensión en todo el mundo, después del de Tsukiji en Japón.

Casi como salidos del mar, hay que buscar en algunos de sus locales de comida preparada para probar los mariscos más frescos de toda la capital. En el Puerto de Alvarado se sirven cócteles grandes a muy buen precio, además de una variedad de ostiones. Otra opción es La Matoza, que se caracteriza por sus sabores veracruzanos y oferta de almejas vivas.