Aljojuca: el misterioso “maar” a tres horas de CDMX
Sobre el lado poblano del Pico de Orizaba se esconde una laguna cráter de color azul turquesa que cuenta una historia llena de misterio.
POR: Pamela Herrera
De una explosión a un maar
Aljojuca (del náhuatl “atl”, “xoxouhqui” y “can”) significa “en el agua azul celeste” y es que recibe este nombre debido a la laguna cráter que se formó después de una explosión en el corazón del volcán Citlaltépetl hoy conocido como Pico de Orizaba.
La laguna Aljojuca se considera un “maar” por ser una erupción causada por agua subterránea. Con el paso del tiempo, ésta se llenó de agua y formó la laguna de color azul celeste que hoy presentamos.
Con una depresión de 400 metros de profundidad, un kilómetro de diámetro y 100 metros de profundidad, sus aguas cambian de azul a verde esmeralda en temporada de invierno.
La rara belleza de la laguna-cráter la ha convertido en un atractivo para los más aventureros.
El cambio de colores en el agua se debe a la presencia de azufre en el agua, una característica común en los cuerpos de agua que brotan de la tierra y tienen contacto con superficies volcánicas.
Una mirada al pasado
Aljojuca es un municipio ubicado en el centro del estado de Puebla con asentamientos nahuas en la época prehispánica.
Aquí se construyó la iglesia de Santo Calvario en el siglo XVI y tiene pinturas al óleo del año 1907.
En este lugar los franciscanos construyeron una capilla en 1702 para evangelizar a los indígenas. Ésta fue edificada con cal de piedra virgen, sangre de toro, baba de nopal y yema de huevo; mezcla utilizada como pegamento en el barroco novohispano y que la ha mantenido en pie durante estos años.
La Capilla del Rosario en el Templo de Santo Domingo en Puebla también fue construida con una mezcla de clara de huevo y baba de nopal.
La recomendación es ir el primer domingo de julio, tanto la iglesia como la capilla se visten con flores para celebrar la fiesta de La Preciosa Sangre de Cristo en honor al Señor del Calvario.
Momento de aventura
Esta laguna se ha convertido en el hogar de los peces Heterandria jonesii, popularmente conocidos como “guatopotes”, única especie con relaciones meridionales en la zona.
Durante el azuframiento del invierno suben a la superficie, pues sus bronquios no les permiten respirar en el fondo con la presencia del azufre. Es entonces la mejor y única temporada para pescar, el resto del año se declara veda y es ilegal la pesca en la laguna.
Del centro del pueblo a la iglesia del Santo Calvario son 12 minutos caminando y justo atrás de la iglesia está la Av. El Mirador, ahí tendrás la mejor vista para observar la laguna desde el punto más alto. Puntos extra porque puedes beber una cerveza mientras disfrutas del panorama.
Alrededor de la iglesia encontrarás distintos puestos de comida donde podrás disfrutar de chileatole, mole o barbacoa y, si vas en invierno, con suerte podrás probar tamales hechos con guatopote. También puedes llevar tu asador y disfrutar de un día de campo alejado del ruido citadino.
Al descender por el sendero ubicado a un costado del mirador -ya sea en auto o caminando- llegarás a la orilla de la laguna cráter, aquí puedes montar tu campamento y pasar una noche bajo el cielo estrellado.
La recomendación es llevar ropa abrigadora, ya que la temperatura puede llegar hasta los 8ºC.
La leyenda de la sirena
Como todo lugar en México, esta laguna cráter también tiene una leyenda.
En un pueblo donde su principal actividad económica es la ganadería, una niña pastora paseaba con sus borregos todos los días. Un día, uno de ellos se fue más lejos, la niña al perderlo de vista, regresó a casa. Por la noche éste regresó a casa con el hocico mojado, lo cual llamó la atención de la niña.
Los días siguientes sucedió lo mismo.
Entonces, la niña le puso un cascabel en el cuello y decidió seguirlo al día siguiente. El borrego caminó hasta un charco, la niña escarbó pues no eran épocas de lluvia y quería saber porqué había agua ahí.
Al escarbar, el agua comenzó a subir y la pastora murió ahogada.
Sin embargo, estas aguas mágicas revirtieron la tragedia convirtiéndola en sirena.
Desde entonces, ella aparece en medio de la laguna y canta atrayendo sólo a los hombres, pues busca quien pueda hacerle compañía.
Siguiendo el camino
Ubicado a tan sólo tres horas de CDMX, y a una hora y media del centro de Puebla, para llegar a la laguna Aljojuca debes tomar la carretera Seco-Esperanza hasta alcanzar el kilómetro 14.
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