La historia le ha dado a Puebla un lugar especial dentro del arte mexicano. Entre sus calles sobran ejemplos de algunos de los movimientos domésticos más relevantes. Desde luego que por toda la ciudad se pueden encontrar los excesos del barroco, no por nada se le ha bautizado como la capital mundial del estilo, pero también artesanías populares inconfundibles y algunas de las propuestas más frescas de la actualidad.
La amplia oferta de museos, su diversidad cultural y la huella que ha dejado el paso del tiempo hacen de Puebla uno de los mejores destinos en México para ver arte. Para hacerlo, pensamos en un recorrido que atraviesa las opciones imperdibles de la ciudad, pero también otros lugares más discretos, debajo del radar, todo sin olvidar su lado más histórico y tradicional.
Museo Amparo
Desde su fundación en 1991, el Amparo ha sido el núcleo artístico de la ciudad de Puebla y una de las instituciones culturales más importantes del país. En todo ese tiempo ha amansado una impresionante colección de más de 1,700 artículos de arte prehispánico y 1,300 de arte virreinal, pero, sobre todo, se ha convertido en un espacio de exposición que apuesta por el nuevo talento, estableciendo un diálogo entre el pasado y el presente del arte mexicano.
Obras de grandes artistas como Francisco Toledo o el fotógrafo Manuel Álvarez Bravo han desfilado por las instalaciones del museo, formando parte de su programa de exhibiciones temporales. En esos mismos espacios también reciben a nuevos artistas de la región, aportándoles un escaparate invaluable para darse a conocer y seguir creciendo.
Una visita al Amparo es encontrarse con las dos caras de Puebla. Aquí están presentes tanto el pasado y la extensa tradición de la ciudad, como su faceta más moderna y fresca.
Museo Internacional del Barroco
Lo reiteramos, nada como una visita a Puebla para empaparse de barroco. Además de las iglesias y capillas donde los visitantes pueden comprender mejor que en ningún otro lugar lo que define a este histórico estilo, justo en 2016 consagró su estatus abriendo las puertas del Museo Internacional del Barroco.
El edificio fue diseñado por el arquitecto ganador del premio Pritzker Toyoo Itō, incorporando algunos de los elementos principales del barroco, como el juego de luces naturales y los claroscuros, sin abandonar la innovación moderna que siempre ha caracterizado su trabajo.
La estructura funciona como antesala de lo que se puede encontrar en su interior: una retrospectiva de lo que fue este estilo artístico durante la Colonia, su época más prolífica, y obras del neobarroco que comprueban su vigencia a través del tiempo.
Callejón de los sapos
Justo en el centro de Puebla, el Callejón de los Sapos se ha hecho famoso por concentrar una buena parte del arte en la ciudad. Entre sus pintorescos edificios coloniales es posible encontrar varias galerías y tiendas de artesanías.
Pero definitivamente el mejor día para visitarlo es el domingo, cuando recibe su tianguis de antigüedades y las calles se llenan con rarezas de otros tiempos. En algunos puestos también se asoman propuestas de los más nuevos artistas de la ciudad y es un buen lugar para encontrar talavera o textiles tradicionales.
Por la noche, los bares y restaurantes transforman la zona en uno de los mejores lugares de Puebla para salir a cenar o disfrutar de música en vivo. Otra de las razones para no perderse una visita al Callejón de los sapos.
Talavera de la Reyna
Entre los conocedores del arte popular mexicano, la Talavera constituye por sí sola el pretexto perfecto de una visita a Puebla. Probablemente una de las artesanías regionales más características que se pueden encontrar en todo el país, sin duda es una de las más delicadas y elegantes.
Pero, a pesar de ser un proceso profundamente tradicional, siguen surgiendo talleres con nuevas propuestas que vale la pena considerar y Talavera de la Reyna es uno de ellos.
Siguiendo el mismo proceso artesanal que ha trascendido más de cinco siglos, aquí fabrican y diseñan piezas únicas. Nunca pierden los tonos azules y las texturas inconfundibles de la talavera, pero a veces les dan nuevos patrones u otros usos como objetos de interiorismo y auténticas piezas de arte.
La Miscelánea
La UNARTE, una de las más importantes universidades de diseño y arte en Puebla, abrió este espacio como un lugar donde sus alumnos pudieran exponer su trabajo e intervenir desde diferentes disciplinas.
Ya sea arte pictórico, escultura o diseño industrial, este espacio brilla por ser un gran semillero de talento poblano. Una visita a alguna de sus exposiciones temporales, que justo acaban de reanudarse tras la pandemia, es un buen primer vistazo para comprender el contexto del arte emergente en la ciudad.
Además de sus obras jóvenes y frescas, La Miscelánea también ha recibido el trabajo de nombres importantes como Vicente Rojo o Germán Montalvo. Formando un espacio de encuentro entre el futuro y el pasado.
Capilla del Rosario
Un recorrido de arte por Puebla tendría que empezar y terminar con las maravillas del barroco. Si bien el MIB se ha encargado de darle una nueva y necesaria plataforma, la ciudad está llena de otros ilustres ejemplos del estilo y lo mejor es salir a las calles para conocerlo.
Por su tamaño y su importancia medular en la vida de la ciudad, quizá para muchos la Catedral Metropolitana sería la parada obligada. Y no es que esto sea un error, pero puede que la obra cumbre del barroco se encuentre en otro lugar, escondida detrás de una fachada atípicamente discreta, justo a un costado del Templo de Santo Domingo.
Lo verdaderamente impresionante de la Capilla del Rosario está atravesando sus puertas. Todos los detalles en su interior están cubiertos por estuco dorado y lienzos de gran formato pintados por el pintor José Rodríguez Carnero. La abundancia de imágenes que adornan la capilla, resaltadas por el brillo del oro, le ha ganado el mote de “la octava maravilla del mundo”.