Ciudad de México

Nicos cumplió 65 años y lo celebró con un recorrido por sus sabores

Hace más de seis décadas la familia Vázquez Lugo ha convertido este rincón en la colonia Clavería en uno de los restaurantes más deseados por los amantes de la gastronomía.

POR: Redacción Travesías

Fotos: cortesía

La colonia Clavería, en la alcaldía de Azcapotzalco, es una de las pocas en la cada vez más dinámica y cambiante Ciudad de México en conservar su esencia de barrio, pese a la inevitable gentrificación de las capitales en el mundo. Aquí Cantinflas residió durante años y nació José José, quien es homenajeado con una escultura de bronce en pleno Parque de la China (un espacio casi selvático que por sí mismo vale la pena recorrer). 

El restaurante Nicos nació aquí hace 65 años, en la colonia de la que es oriunda la familia Vázquez Lugo. Aunque originalmente fue una cafetería que también servía malteadas, con el tiempo terminó por consolidarse como uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

El cambio no vino solo: cuenta Gerardo Vázquez Lugo, su chef, que a medida que la colonia vivía algunas transformaciones, como el éxodo de las industrias de la zona, los comensales que comenzaron a llegar perfilaron la cocina hacia platillos clásicos mexicanos.

A esto se sumaron los intereses de Gerardo por movimientos como el  slow food, que lo llevó a involucrarse con los productores de alimentos, para profundizar en los ingredientes y ser partícipe del impulso y promoción de los productos del campo mexicano.

Gerardo Vázquez Lugo y Elena Lugo

Más de medio siglo de vida y una celebración

Nicos logró algo que pocos consiguen: entrar en las listas de recomendaciones de publicaciones extranjeras y ser reconocido por los Latin America 50 Best Restaurants, aunque su mayor orgullo reside en la preservación de las recetas de la cocina típica y en la selección de la materia prima, así como la investigación y el rescate de sabores originales, como cuenta María Elena Lugo, madre de Gerardo y cocinera. 

Si algo distingue a un buen restaurante es la capacidad de sostenerse en el tiempo no sólo en el sentido de existir, sino de mantener la calidad y los sabores sin altibajos. Durante la cena de celebración que organizó Nicos para festejar su aniversario quedó claro que ha logrado ambas cosas con éxito. 

La carta que ofrecieron fue un recorrido sensorial por la historia de su cocina, atravesando algunos de sus sabores más emblemáticos, como el de la sopa seca de natas, una capa de crepas con jitomate, nata, rajas de poblano y pollo que es uno de los favoritos de la casa. O el pozolillo verde, un lomito de róbalo verde con granos de cacahuazintle y almeja blanca chione, bañados en una salsa de textura suave y sabor inigualable. 

Otros de los momentos de puro placer epicúreo llegaron con el Sikil P’ak y la Tzirita, ambos teniendo como ingrediente común la jícama, logran un efecto distintivo por su preparación.

La Tzirita, de origen purépecha consiste, una crema de tomate, chile serrano, hierbabuena y cilantro, cítrico y un toque ácido, frente al Sikil P’ak, de origen maya, con pepitas de calabaza tostada, jitomate y habanero, que le dieron a las láminas de jícama que lo envolvían un sabor ligeramente amargo y con un grado de picor poco amenazante para los paladares sensibles. 

Sin embargo, los aplausos y exclamaciones de gozo se lo llevó el chile en nogada, último de la temporada y que lleva años siendo reconocido por los comensales de Nicos como uno de los mejores de la ciudad. A diferencia de la receta original, aquí es preparado con carne cortada con cuchillo, una suma abundante de frutas y una nogada hecha con queso fresco de cabra, maridado con un Casa Madero VI Rosado.  

Una experiencia sensorial que incluye música

Raymundo Vázquez, fundador junto con María Elena Lugo de Nicos, fallecido hace una década, estuvo presente también en la celebración por medio de la música que atesoró durante su vida.

En las inmediaciones del restaurante se ubicaron por décadas dos disqueras emblemáticas: RCA Víctor y Musart. Muchos de sus artistas pasaron por Nicos y entablaron amistad con la familia Vázquez Lugo, lo que llevó a don Raymundo a poseer una colección única de vinilos que reflejan los cambios vividos durante esas décadas.

Al terminar la cena de aniversario, cada uno de los comensales recibió de regalo un disco de su colección personal. Para quienes no hayan tenido la oportunidad de participar en la celebración, Nicos creó una playlist que puedes oír aquí, en la que viajarás a través de los últimos 65 años por medio de la música que marcó a este sitio.  

 
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