Dos nuevos hoteles que sorprenden en CDMX
Ubicados en el poniente de la ciudad, estos hoteles llegan a cambiar nuestra idea de la hospitalidad.
POR: Redacción Travesías
La concentración de visitantes en Ciudad de México es innegable. En los últimos años hemos visto un crecimiento considerable de la cantidad de gente que visita la ciudad. Y esto, naturalmente, ha traído consigo una oferta de opciones de hospitalidad muy interesante.
Particularmente en la zona de Polanco hay dos hoteles (uno un poco más nuevo que el otro) que abrieron sus puertas para recibir a extranjeros y locales, ya sea para un par de días de descanso en una zona bien ubicada o para un desayuno en familia, en el restaurante del hotel.
Servicios de lujo con atención personalizada
Ubicado en la calle de Eugenio Sue, entre Parque Lincoln y Masaryk, The Alest goza de una ubicación privilegiada. Y en una ciudad como ésta, donde la movilidad es un tema complejo, eso siempre se aprecia. Está a unos pasos del andador de compras de lujo más relevante de la ciudad, de museos de historia y de galerías. Y, para los huéspedes que prefieren ir más allá, cuenta con bicicletas.
A la entrada del hotel está la recepción, enmarcada por relojes con distintos husos horarios. Del lado izquierdo hay sillones y una barra donde dan ganas de sentarse a tomar un trago, con esa calma que sólo se siente cuando estás de vacaciones.
El restaurante es de comida mexicana con toques internacionales y lleva el nombre de 45, pues la intención es que mantenga su personalidad propia, independiente del hotel. Esto es bueno no sólo para cumplir con los antojos de los huéspedes, sino que recibe a comensales externos que buscan un buen desayuno de sábado.
Una estadía en The Alest está marcada por la calidez y todas las comodidades que esperarías de un resort, sin sacrificar la privacidad y atención personalizada.
Casa Polanco: un toque familiar
¿Qué harías como inversionista con una mansión de estilo colonial en perfecto estado y ubicada frente al Parque Lincoln? Mientras que la opción obvia (por práctica) sería rentarla a una embajada, a un par de emprendedores les pasó una idea distinta por la mente.
Ambos, viajeros expertos, sentían que a esta zona de la ciudad le faltaba una oferta de hospitalidad con alma: amplia, pero de dimensiones humanas. Un lugar que hiciera sentir al huésped como en la casa de un amigo.
Así nació Casa Polanco, la nueva propiedad de Hamak que se une a la colección de Leading Hotels of the World. En sus suites hay obras originales de artistas como Ricardo Mazal, Jordi Boldó, Graciela Iturbide, Ricardo Pinto o Robert Polidori, que no funcionan como mera decoración, sino como una forma de personalizar los ambientes. El interiorismo estuvo a cargo de Casa M+M, que seleccionó lámparas de Héctor Esrawe, y candelabros y espejos de Raúl de la Cerda.
La casona original fue reconstruida por el arquitecto Claudio Gantuz y expone ornamentos de yeso en techos y paredes, así como pisos de mármol italiano en tono verde irlandés que sorprende por sus vetas. Al edificio original, que alberga siete de las 19 habitaciones, se integró una construcción contemporánea.
Con una vasta biblioteca con vista al jardín frontal, los espacios comunes dan la sensación de estar en una extensión de tu propia casa.
Casa Polanco no cuenta con restaurante como tal, sino con un jardín interno cubierto donde se sirven desayunos y en los que se incluye una exquisita selección de tés. Eso sí, el espacio está reservado exclusivamente para huéspedes.