Hay una ventana entre los hoteles boutique y los de las grandes cadenas. Por un lado están aquellos donde el personal conoce el nombre del huésped y la atención se siente genuinamente personalizada, relacionados con el concepto de “pequeño hotel” que, si bien ofrecen una atención más cálida, en ocasiones orillan a renunciar al servicio, el confort y la experiencia que traen consigo, por otro lado, los grandes hoteles.
Alexander Hotel, que recientemente abrió sus puertas en Ciudad de México, promete ocupar este mercado como un hotel pequeño que ofrece servicios de calidad. Ubicada en la zona de Virreyes, esta propiedad cuenta con únicamente 26 habitaciones, todas sumamente amplias –miden entre 53 y 101 metros cuadrados–, con techos de doble altura y vistas al castillo de Chapultepec. Además, tienen room service 24/7, un spa completo, gimnasio equipado y concierge.
Cuando se entra al lobby de Alexander Hotel, fácilmente se podría pensar que se está en un gran hotel. La arquitectura y el diseño estuvieron a cargo del arquitecto Daniel Álvarez Fernández. De sus paredes –de mármol calcite blue, que contrasta con la madera de ébano y los muebles italianos Poltrona Frau— cuelga arte mexicano curado por Nicole Badin.
En el centro hay una barra donde se ha instalado el primer caviar bar de la ciudad, desde donde salen por igual cocteles de autor clásicos, todos bien confeccionados para acompañar las especialidades con caviar, pero también platillos clásicos, como una hamburguesa o unos crudités.