Ciudad de México

4 pueblos mágicos para visitar a menos de 3 horas de la CDMX

Desde zonas arqueológicas y templos católicos hasta antojitos mexicanos, cada uno de estos destinos depara algo especial.

POR: Pamela Herrera

Para los viajeros amantes de los roadtrips, traemos estos destinos perfectos para desconectarte de la ciudad, a menos de de 100 km de la capital.

Donde se adora a Malinalxóchitl, la flor del malinalli

Conocido por sus zonas arqueológica, su mercado de los domingos y sus nieves, Malinalco se unió a la lista de los Pueblos Mágicos en 2010 por su arquitectura colonial, sus templos de. Los siglos XV y XVII, y la peculiar estética de sus casas de colores que crean la armonía perfecta con las calles empedradas.

El Centro Ceremonial Cuauhtinchán es una de las atracciones más populares del pueblo, es aquí donde los guerreros Tigre y Águila hacían sus rituales de iniciación en la jerarquía azteca. Subir a su punto más alto es un reto, pero cada uno de sus 400 escalones vale la pena. El centro ceremonial se construyó sobre una roca en medio del bosque y es único en su tipo. En la cima tendrás una vista panorámica del pueblo.

Foto:Diego Berruecos

Este destino es ideal para los amantes de la adrenalina: puedes practicar parapente desde sus montañas o escalada y rappel en el complejo ecoturístico Mali Kualli. Si buscas relajarte, también existe la opción de practicar el deporte más meditativo de todos: el golf, en este club nivel PGA, cuyo campo fue diseñado por la firma Edward D. Stone Jr. & Associates.

Ubicado en el Estado de México, para llegar desde Ciudad de México puedes tomar la autopista México-Marquesa y después ir por la Tenango-Lerma México 6. En total harás dos horas y 20 minutos, aproximadamente.

Sobre la punta de la tierra

Tlayacapan es una palabra náhuatl quey significa algo así como “sobre la punta de la tierra” o “la nariz de la tierra”. Fue nombrado pueblo mágico en 2011 por albergar una larga tradición de familias alfareras y por ser la cuna de un elemento trascendental en la danza regional: el brinco del Chinelo. La mejor temporada para apreciar el baile es en febrero durante el Carnaval de Tepoztlán, tres días antes del Miércoles de Ceniza.
Una de las mayores atracciones del pueblo es el exconvento Agustino de San Juan Bautista construído en el siglo XVI y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El diseño del exconvento posee un carácter único como resultado de la mezcla de rasgos góticos y renacentistas y por sus cuatro capillas posas.

Fotos: visitmorelos

Cuando visites Tlayacapan no puedes dejar de comer los tradicionales tamales de ceniza, hechos con masa de maíz mezclada con frijoles y mole rojo o verde. El restaurante Mil Amores es un imperdible, su patio trasero tiene vista a las montañas -ideal para tomar fotos instagrameables-. Aquí la botana de chapulines, los tamales de ceniza y la bebida de sotol de víbora son toda una experiencia gastronómica tradicional.

Tlayacapan se ubica en Morelos, para llegar desde CDMX tomarás la carretera Oaxtepec-México hacia Av. 16 de Septiembre en Tlayacapan. El tiempo aproximado de llegada es de dos horas y media.

En el cerro de los magueyes

En este lugar los artesanos fusionan la cultura indígena con la española y la representan en piezas únicas de barro hechas a mano. Metepec reúne en su territorio, un estilo contemporáneo por su Centro Panamericano de Ecología, con vestigios de la época colonial -a través de construcciones del siglo XVI, como el Convento franciscano- y del neoclásico, representado por edificaciones del siglo XVIII, como el Templo el Calvario.

Este “cerro de los magueyes” (que vendría a ser su traducción aproximada del náhuatl “metepētl”). Es el hogar de diseñadores de vitrales y alfareros. Una visita al mercado de artesanías del lugar basta para conocer más sobre su arte.
Las obras en barro más representativas del pueblo son el árbol de la vida -donde plasman edificios emblemáticos del lugar y animales ancestrales- y los magueyes -de ahí provienen el nombre y su bandera-.

Fotos: Flickr

La Iglesia del Calvario, construída sobre un cerrito, es un punto perfecto para tener una visión panorámica del pueblo. Si te quedas para ver el atardecer, al bajar podrás disfrutar de la comida callejera del centro donde los antojitos tradicionales de la región son los protagonistas. Probar los tamales de charal, el mixiote de conejo y las quesadillas de maíz azul son un imperdible en tu paseo por el pueblo.

Metepec, en el Valle de Toluca, queda a aproximadamente una hora de la CDMX, si vas por la autopista México-Marquesa hacia Av. Paseo Tollocan, Delegación Santa María Totoltepec.

Entre Jorobados

Formada por los vocablos náhuatl Tepotzotli (joroba) y Tlan (entre), Tepotzotlán significa “entre jorobados”.
Esta región fue la tierra donde vivieron los otomíes antiguos y donde, años después habitaron los misteriosos. Tras encontrar la ciudad abandonada, los chichimecas se asentaron aquí y, posteriormente, los toltecas. Las culturas prehispánicas terminaron su asentamiento en esta tierra con la llegada de los españoles en 1520 y para ese tiempo se fueron mezclando elementos que heredaron cada una de ellas, lo que lo hace un sitio muy particular..
Para 1580 los primeros padres de la Compañía de Jesús, quienes fundaron el colegio de lenguas autóctonas y un colegio para niños indígenas.
Por eso en Tepotzotlán una de las cosas que más vale la pena es recorrer su pasado histórico, empezando por el exconvento de San Francisco Javier, que data de la época virreinal. Su interior destaca entre otros por lograr la sensación de monumentos con sus retablos de oro, sus figuras talladas y sus pinturas al óleo.

Foto: Ritta Trejo

Otra visita obligada es el Museo Nacional del Virreinato, que ocupa el segundo lugar en importancia de museos a nivel nacional -sólo después del primero: el Museo Nacional de Antropología mismo que alberga las colecciones arqueológicas y etnográficas más importantes del país-.
Para que tu visita a Tepotzotlán sea inigualable, puedes rentar una elevación en globo aerostático por los Arcos del Sitio, mejor conocido como Acueducto de Xalpa. Durante cerca de media hora podrás observar la majestuosa edificación del centro ecoturístico del pueblo mágico. El acueducto se construyó en el siglo XVII, tiene 43 arcos, 61 metros de altura y 438 metros de longitud.

Tepotzotlán se ubica en el Estado de México, a 40 km de la Ciudad de México. Para llegar toma la autopista Querétaro-México/México 57D hacia Jesús Jiménez Gallardo en El Sabino, Cuautitlán Izcalli. El viaje te tomará cerca de 40 minutos.

 
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