3 bibliotecas en CDMX que te llevan a viajar en el tiempo

En estas bibliotecas el silencio, sumado al arte que rodea los libros, convierten la experiencia de lectura en algo especial.

17 May 2022
3 bibliotecas en CDMX que te llevan a viajar en el tiempo

La tecnología pone al alcance de todos una cantidad incontable de información, nada se compara con abrir un libro, sentir el olor del papel mezclado con la tinta y tocar con las yemas de los dedos las delicadas hojas que relatan distintas historias.

Las bibliotecas son esos espacios que comparten la sensación de que el conocimiento es un lugar que pertenece a todos. Aunque no siempre ha sido así. En el año 612 a.C. la ciudad de Nínive y la biblioteca de Asurbanipal -que albergaba 1,500 tabletas de arcilla con conocimiento de todos los temas de esa época- fueron destruidas tras la invasión del Imperio Bizantino. Como ocurre en las guerras, lo primero que se destruye es la información.

Sin embargo, hay ciudades que se esfuerzan por honrar y preservar el conocimiento para compartirlo con quien visite sus archivos.

La Ciudad de México es una prueba de ello, con una propuesta de 200 bibliotecas. De las cuales, seleccionamos tres donde el silencio crea el ambiente perfecto para la concentración, los murales acompañan tu consulta y los periódicos te llevan a un viaje en el tiempo.

Un momento lleno de arte

Dentro del MUNAL, el guardián nacional del arte diseñado por Silvio Corti donde el estilo ecléctico se fusiona con el neoclásico renacentista, se encuentra una biblioteca especializada en conservar obras de arte escritas, video grabadas, pintadas y fotografiadas que recorren la historia del arte desde 1540 hasta 2018. Desde Arquitectura y Urbanismo de la Nueva España hasta Andy Warhol, en la Biblioteca del Museo Nacional de Arte (MUNAL) puedes perderte entre un acervo de más de 25 mil libros y un fondo reservado con materiales publicados entre 1500 y 1910 de consulta exclusiva en la sala y que, por su antigüedad, deben tener un tratamiento y uso especial.

Foto: Ritta Trejo

Además, obras de Frida Kahlo, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros están en exhibición permanente dentro del museo. Un recorrido por los pasillos del recinto y tu viaje al mundo del arte estará enriquecido.

Un paraíso económico

Bajo el resguardo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de México y ubicada en la calle República de El Salvador en el Centro Histórico de la ciudad se encuentra la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejeda que se especializa en temas económicos y financieros. Esta biblioteca abrió sus puertas al público en 1928 con motivo del centenario de las Leyes de Reforma, Hasta el día de hoy alberga más de 114 mil volúmenes y cuenta con acervo bibliográfico de 86,350 títulos​​. En su interior sobresalen los murales pintados por el artista ruso Vlady, quien en honor a la Revolución, creó esta obra retratando un realismo burocrático.

Foto: Ritta Trejo

Un decreto presidencial

Por decreto del presidente Benito Juárez, en 1867 el ex Templo de San Agustín se convierte en la ahora Biblioteca Nacional de México; sin embargo, no fue hasta 1884 que abre sus puertas al público general. Hacia 1929 la biblioteca nacional dejó de depender de la Secretaría de Educación Pública para integrarse a la Universidad Nacional Autónoma de México.
Entre su acervo destacan proyectos de investigación de importancia nacional como el Ensayo bibliográfico del siglo XVII (1899) de Vicente de P. Andrade y la Bibliografía Mexicana del siglo XVIII (1902-1908) de Nicolás León.

Foto: UNAM

A finales de los 70 comenzaron las construcciones de nuevas instalaciones en la zona cultural de C.U. para satisfacer las demandas bibliotecarias. Con el paso del tiempo y el avance de la tecnología, se vieron en la necesidad de digitalizar su acervo hemerográfico. A partir de 2011 la Hemeroteca Nacional Digital de México está disponible en línea, mientras que la Biblioteca Nacional Digital de México se unió a la web en 2015. En el Fondo Reservado ubicado en Ciudad Universitaria, se albergan los materiales bibliográficos más antiguos y los manuscritos principales de la historia de México. El encargado del diseño y la construcción de este recinto fue el arquitecto Orso Núñez.

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