A una hora y media de Mérida se encuentra Celestún, un pueblo pesquero famoso por el avistamiento de flamencos rosados, sus charcas salineras, ojos de agua escondidos en manglares y el maravilloso sonido de sus aves. Todo ello resguardado entre el follaje de la selva y grandes extensiones de agua.
Celestún es una invitación abierta a conectar con la naturaleza. Ubicado en la desembocadura de la cuenca de agua subterránea más importante de Yucatán, este destino conserva el encanto de un pequeño pueblo pesquero en medio de la selva. Aquí confluyen el agua dulce de la Ría Celestún y el agua salada del Golfo de México. Gracias a la diversidad de su flora y fauna, fue decretado como Reserva de la Biosfera Ría Celestún en 1979.
En Celestún, el canto de aves es una constante en cualquier recorrido a pie por la playa.
Los flamencos son aves de patas y cuello largos que suelen habitar las costas marinas y humedales. Su color se debe a que se alimentan principalmente de un crustáceo rosado. La mejor temporada para su avistamiento es de diciembre a marzo, cuando la marea de la ría baja. Hay que recordar que los flamencos no saben nadar, por lo que se les verá cuando puedan caminar sin problemas. Para verlos, hay que rentar un paseo por lancha que cruza la ría —para los más intrépidos, lo mejor es el kayak— y mantenerse a una distancia de 30 metros para no molestarlos.
Hay que visitar los ojos de agua, el llamado Baldiosera es uno de los más representativos, en el que los visitantes se pueden meter a nadar. Celestún, además, posee diversas charcas de sal: esteros de agua rosada que lo convierten en uno de los principales exportadores de este producto en México. La tradición salinera data de muchos siglos atrás, cuando los mayas la recolectaban para conservar mayor tiempo sus alimentos.
Antes de que termine el día, hay que rentar una bicicleta para explorar a fondo los paisajes naturales (importante llevar repelente), o bien, simplemente detener toda actividad y dejarse arrullar por el murmullo de la naturaleza.
Qué hacer
Admirar los flamencos rosas, aves de patas y cuello largos. La mejor época de avistamiento es de diciembre a marzo. (Hay que tomar el paseo en lancha).
Detenerse a escuchar los sonidos de aves, entre ellos, el pelícano blanco y la codorniz yucateca.
Nadar en el ojo de agua Baldiosera. Antes de partir es especialmente importante revisar que no se haya dejado atrás ningún resto de basura.
Realizar una actividad ecoturística, como pesca deportiva, buceo, kayak, paseo en bici, snorkel, entre otros.
Dónde dormir
Hotel Xixim $$$
Si vas a Celestún, este hotel es una joya del alojamiento sostenible que no hay que perderse. Con alrededor de cinco kilómetros de playa virgen, es el único hospedaje ubicado en la Reserva de la Biosfera Ría Celestún. Las habitaciones no tienen aire acondicionado ni televisión. Hay alberca, bicicletas, hamacas, mecedoras, entre otros.
$ menos de 1000 MXN
$$ 1000-2000 MXN
$$$ 2000-5000 MXN
$$$$ Más de 5000 MXN
Cuándo ir
La mejor temporada para el avistamiento de flamencos rosados y aves migratorias es de diciembre a marzo.
Cómo llegar
Celestún está a 91 kilómetros de la ciudad de Mérida, alrededor de una hora y media por la carretera Umán-Kinchil. Para llegar se recomienda rentar un auto desde el Aeropuerto Internacional de Mérida, o bien, tomar un autobús en la terminal de Mérida.