Sierra Gorda

Querétaro: Naturaleza pura a la vuelta de la esquina

Sumergirse en la naturaleza no siempre significa tener que viajar miles de kilómetros, y Querétaro es la prueba de ello. Con un tercio de su territorio ocupado por la Reserva de la Biósfera de la Sierra Gorda, este estado es un destino perfecto (aunque inadvertido) para practicar deportes de aventura y actividades al aire libre.

POR: Diego Ávila

Entre curva y curva, las llanuras de Querétaro y Cadereyta van quedando atrás. Los árboles toman el lugar de los cactus y, poco a poco, el bosque va reemplazando al semidesierto. El camino al pueblo de Jalpan de Serra desde la capital queretana se prolonga por unos 185 km que, en coche y a buen paso, se recorren en unas tres horas y media, pero la diferencia en paisaje, clima y vegetación es tal, que bien podría tratarse de países diferentes.

Contrario a los matorrales y a las cactáceas que suelen caracterizar al territorio queretano, las montañas de la Sierra Gorda resguardan bosques templados, bosques de niebla, bosques de galería, selva baja caducifolia y matorrales xerófilos. Esta variedad la hace la reserva más biodiversa de México, y de paso, un destino inmejorable para realizar actividades al aire libre. ¿Lo mejor? Aunque los entusiastas de la aventura tienen un abanico casi infinito de opciones para escoger, aquí no se necesita ser un intrépido explorador para disfrutar de la naturaleza, y un plan más tranquilo también es posible.

Foto: Carla Montenegro

Planes con agua

Contrario a lo que indica su nombre, el municipio de Arroyo Seco alberga manantiales y ríos perfectos para nadar o hacer kayak que poco tienen que envidiarle a la Huasteca Potosina, y no hay mejor lugar para esto que el pueblo de Concá. En las cercanías de este poblado (más conocido por albergar una de las cinco misiones franciscanas que en 2003 fueron declaradas como Patrimonio Mundial por la UNESCO), se encuentran los ríos Santa María y Ayutla, cuyas aguas son ideales para hacer descenso en kayak, tubbing o stand-up paddle.

Más aún, ambos ríos se juntan en Las Adjuntas, donde además de nadar, es todo un espectáculo ver cómo sus dos cauces, cada uno con un tono totalmente distinto al otro, ya que uno es de agua cristalina y fría, y el otro es de agua turbulenta y tibia, juntan sus diferencias para formar un solo cauce. Además, las decenas de ahuehuetes que cubren las orillas de estos ríos, añaden un toque panorámico a la emoción de los trayectos.

Foto: Carla Montenegro

Por otro lado, y aunque el plan de hacer base en Jalpan e ir a los ríos en una excursión de un día sea tentador, pernoctar en Concá es una buena oportunidad para pasar la noche en el Misión Concá, una hacienda azucarera del siglo XVIII que ha sido renovada como hotel y que, aprovechando la historia de la construcción y la región, ha diseñado todo un programa temático en torno a fray Junípero Serra y los misioneros franciscanos que alguna vez recorrieron la zona.

Foto: Diego Ávila

Planes sobre la tierra

La complicadísima orografía de la Sierra Gorda, que por siglos la hizo una de las regiones más inaccesibles de México, se ha convertido en un gran atractivo para los entusiastas del senderismo. Las opciones son casi inagotables, y cada ecosistema alberga diferentes rutas cuya dificultad va desde el nivel principiante y hasta el experto. Por si fuera poco, algunas desembocan en miradores, cavernas o saltos de agua, así que la recompensa tras el esfuerzo, está asegurada. Entre las más populares, se encuentran las que conducen a las cascadas de El Chuveje o de El Cedral, que son sencillas, se encuentran bien señalizadas y además cuentan con espacios para acampar. Por otro lado para los más aventureros, las rutas a la Cueva del Agua o a la de Puente de Dios, rematan en espectaculares formaciones subterráneas.

Foto: Diego Ávila

Para decidirse, hay que tomar en cuenta el clima y la época del año, pues dependiendo de la estación, puede cambiar la vegetación, la humedad y las condiciones del terreno. Asimismo, y para aprovechar al máximo la experiencia, es muy recomendable contratar el acompañamiento de un guía local, pues recorrer la Sierra Gorda a pie es también una oportunidad inigualable para avistar diversos animales, desde buhos, cotorros y guacamayas, hasta ajolotes o, con mucha suerte, un lince o un oso.

Planes sobre ruedas

Ya sea pedealeando una bici de montaña, o manejando una cuatrimoto o un RZR, los caminos de la Sierra Gorda también se recorren sobre ruedas. Con rutas que van desde una hora, y hasta uno, o varios días, estos vehículos ofrecen la posibilidad de recorrer distancias más largas y a mayor velocidad, pero sin perder el contacto directo con el paisaje. Por la variedad de opciones a su alrededor, Jalpan es el mejor punto de partida, pues desde el pueblo se puede lo mismo circundar la presa homónima, que ir hasta la zona arqueológica de Tancama. Además, también existe la posibilidad de realizar recorridos nocturnos, sin duda la manera perfecta de asegurar adrenalina y diversión en el viaje.

Sin importar si se prefiere hacer kayak o RZR, para asegurar la mejor experiencia en la Sierra Gorda lo mejor es contratar un guía certificado que, además de ofrecer diferentes rutas, conocen el terreno como nadie y cuentan con todo el equipo necesario para realizar la actividad que se desee. ‘Aventúrate’, ‘Pinal Adventures’, ‘Sierra Río QRO’, ‘Sierra Gorda Eco Tours’, ‘Recorridos Turísticos Puerta del Cielo’ y ‘Sierra Gorda Guides’ son algunas de las opciones en la región.

 
Array
  • Compartir

Especiales del mundo

Las Vegas Stylemap

Una guía para conocedores