En el imaginario colectivo, San Miguel de Allende es sinónimo de calles adoquinadas, tonos cobrizos y arenosos, edificios coloniales y, por supuesto, la famosa parroquia de San Miguel Arcángel: una postal perfecta que encuadra la magia del clásico pueblo mexicano. Podría parecer que ése es el San Miguel definitivo y que, dentro de este estilo, resulta difícil encontrar novedades. Pero el recién inaugurado Habitas demuestra lo contrario.
En diciembre del año pasado, la marca experta en sustentabilidad y wellness abrió las puertas de su tercera propiedad en México, y la novena en el mundo, ofreciendo una oportunidad de desconexión en medio de un paisaje desértico.
Para cambiar las campanadas de la parroquia por el silencio del campo hubo que alejarse un poco del centro, unos veinte minutos en coche con rumbo a Valle de los Senderos, un parque natural lleno de vegetación, extensas planicies y aguas termales que se convierten en los protagonistas de la estancia desde el primer momento. Habitas justamente está diseñado para convivir y no perjudicar este ecosistema único. Sus 60 habitaciones están construidas unos centímetros por encima del suelo, casi levitando entre cactus y piedras. Por dentro, espera un dormitorio decorado con productos de otras locaciones del mismo grupo, como tapetes de Marrakech, y diseños de artesanos locales. Una puerta corrediza de vidrio separa la habitación de una terraza privada desde donde se pueden tener las mejores vistas de la propiedad.
Las paredes de piedra caliza y los techos de tela son ideales para combatir los extremos del clima de San Miguel, al conservar el calor durante las noches frías y la frescura en los días soleados. La cama y las almohadas son comodidad pura, con el gran detalle de que las sábanas tienen un ligero y agradable olor a lavanda y copal, la esencia insignia del lugar.
Eso sí, en ninguna de las habitaciones encontrarás una televisión, pero no será necesaria. En Habitas San Miguel siempre está pasando algo. Cualquier huésped puede sumarse a las actividades de wellness que están incluidas y acompañan la experiencia desde la llegada, cuando haces tu “check-in espiritual”: una tradición del staff para conocer a los huéspedes que se registran, más allá de las formalidades administrativas, y conectarse con ellos en un nivel más profundo.
Todos los días hay una programación regular de clases de yoga, meditación y sound healing. También hay sesiones de drink and draw o clases de cocina, y en el verano se inaugurará una réplica del beach club de Habitas Tulum, justo a la orilla de las aguas termales dentro de la propiedad, el cual tendrá un spa.
Tampoco hay que salir para encontrar buena comida. En Comunidad, el restaurante de Habitas San Miguel, el consejo es pedir para compartir, incluso si no estás viajando con las personas sentadas a tu mesa. Además de hacer amigos, ésta es la única forma en que podrás probar la mayoría de los platillos que incluye el extenso menú. Entre mariscos frescos, comida mexicana y una excelente carta de postres, lo mejor es no tener que escoger.
Claro que siempre puedes darte un escapada al centro de San Miguel de Allende, gracias al servicio de transporte que está incluido con tu estancia. Ésa es la mejor parte de Habitas: poder alternar la calma y la vibra única de esta nueva experiencia con el movimiento del pueblo.