Una dualidad poco convencional se ha adueñado las salas del Museo Tamayo. Hablamos de una exposición rara, que salió de la mente de Germán Venegas cuyo objetivo es trazar una línea invisible entre dos culturas milenarias: el budismo y la cosmogonía mexica.

La muestra reune más de 350 piezas de este exponente del neomexicanismo. Esta exposición pretende hacer un recorrido exhaustivo a través de la trayectoria del artista y todas las técnicas que ha usado a lo largo del tiempo, desde tallas de madera, hasta dibujos con tinta sobre papel.

Germán Venegas en el Tamayo

Todo lo otro

Bajo el nombre de Todo lo Otro la muestra explora el autodescubrimiento del autor en una colección de obras cuya temática deambula de lo terrenal a lo religioso y de lo humano a lo divino. Estas ideas opuestas se unen por medio de un Buda policromático de madera de 5 metros de altura que divide al mismo tiempo que conecta las salas principales de esta exposición. A los pies están las obras que representan lo mundano mientras que en la cabeza están las piezas que remiten a lo espiritual.

Más del artista

Germán Venegas ya tenía conocimientos como artesano cuando entró a estudiar a la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, del INBA. Su técnica se desarrolló entre la escultura y lo pictórico en el marco de neomexicanismo de los años 80; un movimiento que, tras el sismo de 1985, encontró su identidad en el arte popular y las culturas prehispánicas.

Su obras han sido expuestas en países como Alemania, Australia, España, Estados Unidos, Francia y Japón, y forman parte de grandes colecciones como la del Met Museum de Nueva York y el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de España.