El genovés Renzo Piano dedicó seis años a la ampliación del Kimbell Art Museum, que abrió sus puertas en noviembre de 2013. Apenas separados por 60 metros, se comunican a través de un camino de baldosas. Representan un cara a cara entre dos arquitectos que hablan un mismo idioma, pero en momentos diferentes de su historia. Los dos edificios no están ni muy lejos ni muy cerca el uno del otro, sino a una distancia perfecta y armoniosa para su convivencia.
Viendo la perspectiva de los dos edificios juntos, es fácil darse cuenta de que uno de los objetivos principales ha sido la integración. Ambos tienen vida en el subsuelo, ambos respetan una altura similar, trabajando con una sola planta, y ambos comparten muchos aspectos y detalles que hacen que el encaje sea perfecto. La luz es una de las características principales.
Si Louis Kahn conseguía en 1972 maximizarla con un juego asombroso de reflejos con sus impresionantes bóvedas, Renzo lo consigue con grandes ventanales y con el uso de madera y piedra de tonos muy claros, de los que destaca el hormigón pulido. Gran parte de su edificio tiene incluso el techo de cristal, que aporta, si cabe, más luminosidad. Sólo un área reservada para obras que requieren más cuidado lumínico está cubierta por un techo común.
La madera manda en el suelo y en las enormes vigas, que soportan y distribuyen el peso del techo de cristal. Un lobby diseñado simplemente para disfrute de los amantes de la arquitectura moderna, luminosa y sencilla. De nuevo lo simple hecho arte. Sólo se distingue una pequeña mesa de bienvenida a la que parece que cuesta llegar por la distancia a la que se encuentra desde la puerta de entrada. El espacio hace también las veces de gran distribuidor.
Todo queda en familia
Hay que decirlo, Piano se formó con Kahn durante cinco años, y ya ha realizado otros tres museos en Texas. La obra de Kahn continúa siendo un paradigma para los amantes de la arquitectura. En el mismo parque que se encuentra el Kimbell está también el Museo de Arte Moderno, obra de Tadao Ando. Es un paseo que bien vale la pena, incluso para los que visitan Dallas.
Alberga una colección permanente de arte europeo de después de 1800, así como los planos y modelos arquitectónicos del edificio.
3333 Camp Bowie Blvd, Fort Worth, Texas. T. +1 817-332-8451.
