Gallery Weekend 2017

Son los primeros en darse de alta en tu mailing list, entonces siempre se enteran de todo y si ven logo de alguna marca de alcohol no tardan en aparecer. También, claro, si ven que hay alguna bebida espirituosa le marcan a sus amigos para decirles: “Ya se armó”.

Muchas de estas visitas están encabezadas por un tipo muy parecido a John Malkovich: pelón, con una colita de caballo, un arete dorado y pantalones de cuero, es amigo de un señor que se peina del lado y porta hermosos cuellos de tortuga, otro de los acompañantes es un güerito que, si se viste de morado, se viste TODO de morado, corbata, saco y paraguas. En otras ocasiones viene una pareja, un chavo con gorrita como de Che Guevara y su novia, no son molestos hasta que se ahogan y entonces sí ya nadie está cómodo, porque seamos sinceros, el alcohol, por lo general, es un patrocinio, así que a la galería no le cuesta.

La ruta que más hacen es la de la colonia Roma porque muchas galerías están en el mismo circuito.

Esta es la Ruta ideal para un cocktelaitor en Gallery Weekend:

Comienzan con Cuarto de Máquinas que presenta Delirios urbanos, una exposición colectiva curada por Josefa Ortega. La muestra sugiere una aproximación crítica al acontecer urbano a partir de siete proyectos delegados, curados y producidos para la misma.

De allí lo ideal es pasar a la OMR a ver la recién montada Compression Loss, la segunda muestra individual de Troika en la galería. Troika, que significa una alianza de tres personas para llevar a cabo un mismo objetivo (triunvirato), es un colectivo de arte contemporáneo formado en 2003 por Eva Rucki, Conny Frever y Sebastien Noel. Son esculturas e instalaciones que vale mucho la pena ver.

Después hay que dirigirse a Proyectos Monclova con la exposición Nubes y lágrimas del alemán Michael Sailstorfer. La exhibición reúne esculturas, video e intervenciones puntuales en el espacio que exponen el afecto del artista por encontrar la poesía en la práctica.

Si se les antoja más, que seguro será el caso, se cruzan a la Juárez por la calle de Morelia que se convierte en Versalles y ahí cerquita están Marso, breve, Ethra y, un poco más lejos, Arredondo Arozarena. Al circuito de la San Mi no van porque es más cerrado y selecto, algunas cosas ocurren incluso a puerta cerrada o duran muy pocas horas para luego llevar a cabo el verdadero bailongo de forma privada.

Los cockteleitors son otro público y si el arte es para todos, también es para ellos, pero que no se pasen de vivos (un día cachamos a uno sirviéndose mezcal en una botellita nice de agua mineral). Aunque tampoco nos hagamos, a todos nos gusta la fiesta y qué mejor que la fiesta en LA semana de galerías en México, patrocinada por buenos tragos, buen tequila y rica chela.

No sabemos cómo es que están en todas las inauguraciones, seguramente tienen un chat por whatsapp, aunque les he visto telefonitos Mi alegría. Haz la ruta y seguro los verás.