Descubre la Ciudad de Agua debajo de la Fontana de Trevi
Un tesoro que la antigua Roma esconde debajo de su atracción principal son estos pasajes subterráneos donde el sonido del agua te acompaña durante el recorrido.
POR: Pamela Herrera
Conocer Roma es una odisea, aunque dicho en el buen sentido. Su clima cálido y sus construcciones que datan del año 19 a.C. hacen que quieras pasar meses (e incluso años) volviendo a recorrer sus rincones e historia. Y es que más allá de la superficie (que de por sí alberga una arquitectura asombrosa), esta ciudad esconde una ciudad subterránea que es por sí misma prácticamente otra Roma, una joya que te transporta a un universo aún más desconocido.
A tan sólo un minuto caminando desde la Fuente de Trevi se ubica este lugar, conocido entre los italianos como La Ciudad de Agua o Vicus Caprarius, un sitio arqueológico que está nueve metros bajo la superficie de las calles de la ciudad.
Como (casi) siempre: un descubrimiento fortuito
En 1985 Luigi Cremonini compró el antiguo y abandonado Cinema de Trevi para ponerlo nuevamente en marcha, añadiendo un restaurante para que los visitantes pudieran disfrutar luego de una buena película. Sin embargo, durante las excavaciones de renovación del Cinema de Trevi, en 1999, descubrieron Vicus Caprarius, una joya subterránea que data del siglo I d.C.
Allí se encontraba nada menos que el antiguo acueducto Aqua Virgo, una fuente vital para los romanos y una maravilla de la ingeniería hidráulica que sigue funcionando a 2,000 años después de su edificación.
La construcción inicial de Vicus Caprarius era una isleta donde vivían las personas más pobres de Roma; hacia el siglo IV, ésta se convirtió en una zona residencial para los nobles y uno de esos edificios se transformó en una mansión decorada con mármol, por la cual pasa el acueducto que bombea agua a la Fuente de Trevi.
Las estructuras de la Ciudad del Agua se remontan al VII Regio -la época de Adriano- y los restos son un fragmento del proyecto de Ciudad Nueva que emprendió Nerón posterior al Gran Incendio de Roma en el año 64 d.C.
Después de tres años de excavaciones, en 2001 la Vicus Caprarius abrió las puertas al público, cerrando temporalmente en 2020 debido a la pandemia por Covid-19. Ahora es posible volver a visitarla nuevamente siguiendo las normas de sanidad que marcan a la entrada del lugar.
Lo que vas a encontrar
Estando en la Fuente de Trevi, cruza hacia la Piazza di Trevi, sigue derecho y en la esquina da vuelta a la derecha para encontrar la calle Vicolo dei Modelli. Unos pasos más adelante te hallarás de frente con la calle Vicolo del Puttarello, donde se ubica la entrada a Vicus Caprarius.
Allí es posible ver cómo brota el agua de entre los muros, agua cristalina que hoy en día sigue alimentando a la conocida Fuente de Trevi.
En el Museo Subterráneo de la Fontana de Trevi Vicus Caprarius es posible ver los ladrillos estampados, algunos fragmentos de esculturas antiguas, cerámica africana utilizada para transportar aceite de oliva y el busto de Alexander Helios -príncipe ptolemaico y el segundo hijo mayor de Cleopatra VII y Marco Antonio-, aunque sin duda, una colección de monedas de bronce de poco valor para la época que está plasmada en uno de los muros es la favorita de muchos.
Las monedas de bronce pertenecían a un sirviente de la mansión quien, al ver que Roma caía durante el Saqueo de Vándalos en 455 d.C., decidió esconderlas rápidamente en una cavidad de la pared para después recuperarlas, pero nunca logró volver por ellas.
La recomendación
Después de madrugar para evitar multitudes y probar suerte en la Fuente de Trevi, es recomendable visitar Vicus Caprarius, tomar el tiempo necesario para admirar los cimientos, los detalles de mármol y, claro, escuchar el sonido del agua caer de entre los muros.
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