Código Postal Design
El diseño es protagonista en esta casa. En cada rincón una pieza que destaca y dialoga con todo un concepto.
POR: Loyda Muñoz
En San Miguel de Allende hay una casa como ninguna. Tras una fachada color gris claro con una puerta de madera tallada en color caoba y negro, manijas verticales en color oro viejo, se resguardan interiores que fusionan estampados bicolor con extravagancia barroca de candiles y un halo industrial.
El equilibrio entre estos elementos reside en el ojo único de Luis Fabián Flores. Él está detrás de Casa Armida, una compañía de diseño de mobiliario para interiores, que se caracteriza por retomar viejos preceptos de muebles para después encontrarlos con las tendencias contemporáneas. Así, las formas espiraladas y complejas de los candelabros del barroco conservan su esencia en hierro forjado y focos modernos colgantes son parte de su catálogo, entre otras piezas.
¿Una concept house en San Miguel de Allende? No debería ser sorpresivo. Desde hace varios años, esta región se ha posicionado como una de las más propositivas en cuanto a diseño, moda y gastronomía. Por ello, Código Postal Design las reúne bajo un mismo techo —una edificación propiedad de la familia de Fabián Flores, que recuperó al enterarse de la posibilidad de que ahí se podría instalar una cadena de comida internacional— y reafirma que aquí se crean tendencias.
La casa alberga tres boutiques de diseñadores mexicanos: Colektiva Hoja Santan (un colectivo de diseñadores nacionales con propuestas artesanales y de gran confección), Elisheva & Constance (joyería hecha con materiales locales y por manos mexicanas) y Casa Armida. Lo anterior no es una elección al azar, el propósito de este recinto es, en parte, impulsar a los empresarios jóvenes para que tengan visibilidad.
Por su parte, Bovine, un brasserie enfocado en carne, ofrece sabores inigualables. El concepto fue creado por Bruce James, director del Hotel Matilda, mientras que el menú fue creado por el reconocido chef australiano, Paul Bentley. Basado en ingredientes locales, su menú exalta los sabores que sólo se cocinan a las brasas; lechón bañado con lavanda y miel, costilla a las brasas acompañada de tocino, cebolla y rábanos o bien, cortes de carne madurados por 45 días.
San Miguel de Allende es un destino imperdible por sí solo. No obstante, con la apertura de este recinto, es innegable el estatus de esta ciudad en la República Mexicana como sede de propuestas en las disciplinas creativas.
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