Cinco paseos por el Valle del Loire

Un taller de vitrales, una vinagrería, un bar en Tours y un restaurante de comida tradicional.

09 Nov 2017
Cinco paseos por el Valle del Loire

1. Taller de vitrales Les Ateliers Loire

Para conocer más sobre la elaboración de los vitrales de colores, puedes visitar Les Ateliers Loire, con una cita previa, y ver en vivo cómo se cortan y se unen los pedacitos de colores para formar superficies multicolores. Chartres es uno de los centros más importantes del mundo para la elaboración de vitrales, y este taller, fundado a mediados de siglo xx por Gabriel Loire, sigue la tradición.

ateliers-loire.fr

2. Vinagrería Martin Pouret

Desde que Enrique iii hiciera oficial la cofradía de los vinagreros en 1580, la industria creció y creció en la ciudad de Orleans, el lugar ideal: a sólo 100 kilómetros de París, ahí llegaban muchos barcos con vino ya avinagrado. A principios del xix eran más de 300 los vinagreros en esta ciudad: hoy sólo queda Martin Pouret, donde se sigue fabricando vinagre de la manera tradicional (es patrimonio de la unesco). Visita la fábrica con cita previa, y agárrate cuando entres a la bodega donde se avinagra el vino durante tres semanas: el olor es tan fuerte que desmaya.

martin-pouret.com

3. Picnic en Loire

Imprescindible para conocer de primera mano el río. Las barcas, construidas por los propios muchachos de Passeurs de Loire, son una especie de trajineras. Puedes encargar un picnic (delicioso), o puedes traer el tuyo. Estos chicos son grandes apasionados y conocedores del río y sus mañas, y con gusto te cuentan todo (en inglés o francés).

passeursdeloire.fr

4. Comer en Tours

Esta placita conserva muchos edificios medievales en buen estado. Por la tarde-noche se llena de jóvenes que vienen a tomar algo en las terrazas de los bares que rodean la plaza. Ve a Le Vieux Mûrier (11 Place Plumerau) y manda saludos de nuestra parte a la divina chef Claire Hurduel, que nos preparó una memorable cena: terrinas, quesos (el de Cresson sur Mans nos enloqueció), carnes curadas y por supuesto, el maravilloso vino blanco de la región.

5. La cuisine de Georges

En este restaurante-garaje, el chef (que no se llama Georges sino Jacquelain Pujole) hace TODO: cocina, sirve, recomienda, platica, recoge y lava los platos. Es mesero, cocinero y bus boy todo en uno. No podemos comprender cómo lo hace, pero la comida es extraordinaria. No es caro y la reservación es muy aconsejable.

lacuisinedegeorges.com

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