1. The Phillips Collection, Washington
Fue el primer museo de arte moderno de Estados Unidos, inaugurado en 1921. La colección “familiar” incluye obras de Goya, El Greco, Renoir, Van Gogh, Matisse, Picasso.. en resumen, la síntesis de la historia del arte.
2. Isabella Stewart Gardner Museum, Boston
Una colección íntima (2 500 obras) pero refinada, enfocada en arte europeo y asiático. Botticelli o Della Francesca en pleno corazón de Boston. Su ampliación, a cargo de Renzo Piano, acaba de inaugurarse.
3. The Morgan Library & Museum, NY
Al señor J.P. Morgan le gustaba coleccionar libros y manuscritos, también guardaba dibujos de pintores famosos como Leonardo o Miguel Ángel. En este edificio se pueden ver de cerca esas obras, además de su colección de sellos cilíndricos.
4. The Frick Collection, NY
Pequeña pero formidable, pocos museos del mundo pueden presumir de un acervo de grandes maestros como la Frick: Holbein, Tiziano, Van Dyck, Velázquez y tres joyas de Vermeer.
5. The Menil Collection, Houston
La colección personal de los Menil se enfoca en el arte del s. xx, con algunos contemporáneos (Rothko, Pollock y Warhol) y hasta sección medieval. El edificio, una vez más, es obra de Renzo Piano.
6. Crystal Bridges Museum of American Art, Arkansas
Alice Walton, la heredera de la fortuna Walmart, abrió el año pasado este museo que ofrece una impresionante colección de arte norteamericano. En un lapso de menos de 10 años han comprado más de 488 millones de dólares en obra.
Tres en Miami
Cisneros Fontanals Art Foundation: no es la única colección de la familia más rica de Venezuela, pero sí la única que tiene un museo fijo. La colección de Ella Fontanals se enfoca en arte latino, la geometría abstracta y las nuevas propuestas.
Rubell Family Collection: Mera y Donald Rubell tienen una de las colecciones de arte contemporáneo más importantes de Estados Unidos. Su museo ocupa lo que alguna vez fuera un edificio de la DEA y su fortuna viene nada más y nada menos que del Studio 54.
De la Cruz Collection: Rosa y Carlos de la Cruz, de origen cubano, son una de las familias con más poder en Miami y ofrecen dos espacios para compartir su colección de arte: su casa y desde 2009 un espacio en el Design District.