Casa Malaparte: icono del modernismo italiano

“Una casa como yo”, así proclamó Curzio Malaparte a este edificio, ubicado en la punta de una peña junto al Mediterráneo.

20 Jul 2019

Luego de pasar una temporada en la cárcel, el escritor, cineasta y diplomático Curzio Malaparte decidió exiliarse en la Isla de Capri, donde comenzó la construcción de una casa que, de acuerdo con un libro que escribió años después, llegó a ser su “Ritratto in Pietra”.

Hay quien menciona que en el proyecto estuvo involucrado Adalberto Libera, uno de los mayores representantes del movimiento modernista en Italia, pero, según la actual administradora Alessia Rositani, Libera sólo colaboró con un trámite para el permiso. Incluso existe una carta donde Libera felicitó a Malaparte por sus dotes plásticas, estéticas y sentido de arquitectura.

La casa cobró popularidad gracias a la película Le Mépris, de Jean-Luc Godard, donde, entre otras cosas, destacan los 99 escalones sin barandal que bajan de la puerta principal al Mediterráneo, así como la terraza, con una majestuosa vista al mar.

En los interiores la sensación es de simetría, con tres plantas arraigadas a los desniveles del acantilado, formando una línea recta. Las ventanas encuadran el paisaje de Punta Masullo con marcos de madera utilizados para lienzos, que resaltan el carácter pictórico del lugar.

La disposición de los salones y las vistas incorporan el espacio exterior, que Malaparte describió como “la parte más salvaje, solitaria y visualmente más espectacular de Capri, la parte que da directamente al sur y al este, donde la zona urbanizada de la isla abre paso a la naturaleza indómita, que se manifiesta con fuerza bruta sin par […] un lugar sólo para los fuertes y de espíritu libre.”

  • Está construida con materiales típicos de la época: ladrillos, cemento y piedra. Tiene mobiliario en mármol y madera.
  • Debido a la humedad y la sal a las que está expuesta, necesita cuidados constantes. Los materiales llegan en helicóptero.
  • El relieve de Pericle Tazzini, con figuras inspiradas en templos de India, tuvo que retirarse porque se arruinaba con dicha salinidad.
  • La casa está cerrada al público pero puede verse por fuera en un paseo en barco o desde el Pizzolungo.

La afición china

En 1956, Malaparte, para ese entonces de visión izquierdista y miembro del Partido Comunista Italiano, visitó China y fue uno de los primeros periodistas occidentales que entrevistaron a Mao. Poco tiempo después cayó enfermo de cáncer de pulmón y murió al año siguiente en Roma. Intentó legar una fundación para artistas chinos y así atraer la atención del mundo sobre aquel pueblo y ayudar a dar fin a la Guerra Fría. Los ejecutores no lo lograron y la casa quedó en manos de sus herederos, quienes actualmente la administran.

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