Japón

Japón 101: una guía con todo lo que quieres saber para tu próximo viaje

Cuándo y a dónde ir, cómo prepararse y, sobre todo, cómo disfrutar al máximo tu próxima aventura japonesa.

POR: Redacción Travesías

Nosotros también estábamos contando los días para la reapertura. Durante dos años soñamos con volver a Japón: queríamos regresar a nuestro local de ramen favorito, teníamos ganas de descubrir un barrio nuevo en Tokio y de explorar algún pueblito poco turístico en los alrededores de Kioto. Ahora que finalmente se puede, nos hemos topado con una realidad que nadie esperaba: el turismo ha desbordado cualquier expectativa y los hoteles y operadores de tours apenas se dan abasto a la hora de atender la gran cantidad de solicitudes que les llegan de todo el mundo. Es un problema feliz que demuestra lo que ya sospechábamos: todos extrañábamos Japón. 

Pensando en todos los que están próximos a viajar, preparamos esta guía para disipar dudas. Para los que ya han ido y planean volver, al igual que, claro, para los que finalmente se están animando a conocer Japón después de este cierre tan largo. Esperamos ayudarlos a organizar su aventura nipona y disfrutarla al máximo. 

Cuándo ir 

La época más popular para visitar Japón es la primavera. La culpa la tienen los famosos cerezos en flor, aunque, ojo, no son los únicos árboles que regalan hermosos espectáculos de colores pastel a los viajeros. De hecho, los japoneses tienen una palabra especial para nombrar la actividad de sentarse a ver los sakura cuando florecen: hanami. Ahora bien, aunque es verdad que es una temporada hermosa para viajar, también es cierto que hay muchos turistas –locales y extranjeros–, y todo se vuelve más complicado. Así que, aunque entendemos el furor por los sakuras, pensamos también que es una buena opción visitar el país cuando hay menos turismo, es decir, en el otoño o invierno. Durante estas estaciones, tanto los precios como la cantidad de viajeros disminuyen. La recomendación puntual sería hacer el viaje en enero o febrero. 

Sabemos que habrá quien diga que durante el invierno hace mucho frío, pero no hay mejor época para entregarse al placer de las aguas termales. Un onsen, o baño tradicional, se disfruta más cuando el agua caliente contrasta con la nieve. El invierno es la excusa perfecta para probar toda la tecnología japonesa: desde botellas de té verde que salen calientitas de las máquinas expendedoras hasta los calcetines que irradian calor. Además, los amantes del esquí pueden darse una escapada por las míticas pistas japonesas en los alrededores de Nagano. 

Cómo llegar 

Hay dos opciones de vuelos directos: Aeroméxico y ANA. Ambas aerolíneas llegan a Narita y, a diferencia de lo que muchos piensan, no son vuelos especialmente largos, ya que rondan las 14 horas. Ahora bien, con la demanda tan alta, los precios son muy elevados. Para los que busquen una alternativa más económica les recomendamos volar vía Vancouver, con Air Canada. Otra buena opción es volar vía Los Ángeles o San Francisco con Singapur Airlines. En todo caso, con fechas flexibles y un poco de paciencia se pueden conseguir buenas opciones. 

A dónde ir 

Japón tiene muchísimo para ver y dependerá de los intereses de cada uno a la hora de elegir la ruta. Dicho lo anterior, Tokio sí merece por lo menos cinco días, lo mismo que Kioto. Para los que no hayan ido nunca, lo mejor sería empezar por ahí e ir agregando paradas. Amantes del arte y la arquitectura suelen desviarse hasta Uno para conocer los proyectos de Tadao Ando en la isla de Naoshima, aunque, si no disponen de tanto tiempo, otra opción sería visitar la Odawara Art Foundation, de Hiroshi Sugimoto. Otra parada necesaria para quien guste de la arquitectura es Hiroshima y el memorial de la bomba atómica, obra de Kenzo Tange. 

Para conocer la historia de Japón, Kioto es un buen punto de partida. También muchos visitan la antigua capital, Nara, pero una buena alternativa, y menos turística, es Himeji y su castillo. En el norte, Nikko también puede ser una buena opción para un viaje más cultural. Osaka no es especialmente hermosa, pero tiene muy buen ambiente y es la ciudad más conocida en términos de gastronomía. Finalmente, los que disfrutan la naturaleza deben aprovechar que los japoneses son grandes aficionados del trekking y las caminatas en la naturaleza. Vale la pena hacer una investigación en los alrededores para conocer las rutas y adentrarse en ellas. 

Cómo prepararse 

Comprar una tarjeta Suica es la clave para poder moverse en el Metro de Tokio sin sufrir; en lugar de pagar por cada trayecto, uno pasa la tarjeta al entrar y al salir, y el costo se descuenta solito. Además, la misma tarjeta se puede recargar con dinero y usarse después para pagar en tiendas y restaurantes. Hay que dejar un depósito de 1,000 yenes (130 pesos, aproximadamente), que te regresan al entregarla cuando sales del país (o la puedes guardar para tu próximo viaje). 

Aunque ahora hay varias compañías que ofrecen sim virtuales, si tu celular no tiene esa tecnología, vale la pena comprar una al llegar al aeropuerto y dejar que ellos mismos la instalen y la dejen funcionando. Tener mapas e internet te hará la vida más sencilla. 

De Narita a Tokio, hay que ir en el Narita Express o en camión, porque el taxi es imposible de pagar. No hace falta reservar ninguno de los dos con anticipación. Ojo, si tienes un Japan Rail Pass, se puede intercambiar directamente en el aeropuerto y empezar a usarlo ahí mismo. 

Para moverse por Japón, el tren es el mejor medio de transporte y, sin duda, hay que comprar el Japan Rail Pass, pues adquirir directamente los boletos allá puede salir mucho más caro. El pase contempla la mayoría de los trenes, incluyendo casi todas las categorías del Shinkansen, o tren bala. Este pase se debe comprar fuera de Japón, por internet. 

Los Family Marts/Lawson/Seven Eleven están en cada esquina y son fuente inagotable de objetos y alimentos curiosos. Además de todo lo que venden, suelen tener un espacio para sentarse o cargar el teléfono y, súper importante, baños que siempre están limpios. Visítalos siempre que lo necesites y, cuando termines tu viaje, decide con cuál te quedas. 

En el tren es una tradición comer y, por eso, en todas las estaciones hay muchísimas tiendas que venden miles de bento boxes diferentes. Hay que llegar con tiempo para poder disfrutar ese momento y elegir entre cajitas llenas de todo tipo de delicias, desde sushi hasta carne guisada, cangrejo o fideos. 

Atención: en Japón todo es y todos son puntuales. No solamente los trenes –aunque sí son el mejor ejemplo–. Así que, si tu boleto dice que a las 7:02 va a ser la salida, eso quiere decir que a las 7:02 el tren estará saliendo de la plataforma. Calcula tus tiempos y no te arriesgues. 

 
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