Qatar: ¿qué hay que visitar cerca de la ciudad?
Aprovecha al máximo tu vuelta por Qatar con estas recomendaciones que van más allá del fútbol.
POR: Nicola Chilton
Si vas a viajar hasta Doha, para la Copa Mundial de FIFA Qatar 2022 en el mes de noviembre, vale la pena aprovechar la vuelta y visitar a uno que otro de los países vecinos del Golfo. Aquí hay cuatro de nuestras excursiones aledañas favoritas que harán que tu viaje sea mucho más que solo fútbol.
Dubái (1 hora y 15 minutos de vuelo desde Doha)
Elegido como el principal destino mundial en los premios Travellers’ Choice Awards de TripAdvisor de 2022, Dubái siempre tiene algo nuevo que descubrir, incluso para el visitante que lo ha visto todo. El tiempo no se detiene aquí. Es una ciudad donde, en palabras del gobernante Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, el futuro “no es algo que esperas, sino que creas”. Para experimentar esta afirmación, hay que visitar el nuevo Museo del Futuro, un edificio cubierto de caligrafía que deslumbra cuando el sol lo refleja durante el día y resplandece cuando lo iluminan 14 kilómetros de luces LED durante la noche.
Noviembre es el momento perfecto para dejar atrás las luces brillantes de la gran ciudad para escaparse al resort de montaña menos conocido de Dubai: Hatta. A poco más de una hora en automóvil, es un lugar montañoso de temperaturas frescas y aventuras al aire libre. Se puede elegir entre una caminata, un paseo en bicicleta de montaña, montar a caballo en paisajes inesperados, o dirigirse a la presa para navegar en kayak en la suave superficie del agua. Para pasar la noche, los Sedr Trailers Airstreams son la opción más instagrameable, y como resultado, a menudo se reservan con mucha anticipación, pero también hay carpas domo, pequeños hoteles entre las montañas y el JA Hatta Fort Hotel, donde la arquitectura retro revestida de piedra fue completamente renovada. Sus piscinas son un gran regalo de bienvenida después de un día al aire libre en Dubái.
Muscat (1 hora y 30 minutos de vuelo desde Doha)
Apretada entre las montañas y el mar, Muscat es una de las capitales más relajadas del Golfo. Los estrechos callejones del zoco costero de Muttrah se sienten como si vinieran de otra época, embriagados con el aroma del incienso, llenos de especias y siempre llenos de compradores omaníes. La Omani Heritage Gallery, ubicada en las afueras de Corniche, es una ONG que obtiene artículos artesanales de todo el país donde vale la pena detenerse para comprar recuerdos de alta calidad. Pero también te puedes sumergir en el mar Arábigo y encontrarte con tiburones ballena, explorar fuertes de la era portuguesa y dejarte llevar por la grandeza de la Gran Mezquita del Sultán Qaboos. Muscat siempre está lleno de sorpresas.
La ciudad cuenta con excelentes hoteles. El Chedi celebra su vigésimo aniversario el próximo año. Es un remanso de paz de arquitectura arabesca contemporánea: palmeras que se balancean, jardines fragantes y una irresistible piscina de 103 metros de largo. Y el nuevo Jumeirah Muscat Bay acaba de abrir sus puertas en un tranquilo tramo de playa. Su spa de 1,200 metros cuadrados ofrece maravillosos tratamientos con oud árabe e incienso de Omán.
Muscat también es la puerta de entrada al resto de Omán, y vale la pena conseguir un vehículo propio para explorarlo durante unos días. Hay que alquilar un vehículo 4×4 y dirigirse a la meseta de 3,000 metros de Jabal Akhdar, donde las villas en lo alto de los acantilados del resort Anantara ofrecen vistas asombrosas de cañones vertiginosos desde sus piscinas infinitas privadas. Para disfrutar de un paisaje desértico épico y campamentos nocturnos entre las dunas, está el Rub’ Al Khali Empty Quarter. Las expediciones de Hud Hud Travels son de lo mejor para llegar hasta ahí.
Jeddah (2 horas y 30 minutos de vuelo desde Doha)
El fascinante casco antiguo de Jeddah es motivo suficiente para visitar esta ciudad cosmopolita ubicada a orillas del Mar Rojo. Los edificios de piedra de coral de siglos de antigüedad de AlBalad, reconocido por la UNESCO, se están restaurando actualmente para protegerlos del colapso, y los callejones están llenos de energía renovada. Un puñado de edificios se han convertido en museos, lo que permite vislumbrar cómo podría haber sido la vida a puertas cerradas, y otros han renacido como cafés, como el histórico Nights Heritage Café lleno de antigüedades, y Medd Café and Roastery, un reinterpretación elegantemente contemporánea de una casa tradicional. También han aparecido nuevos hoteles en Jeddah en los últimos meses, como The House Hotel, que forma parte de la comunidad de restaurantes y cafés como el City Yard, o el imponente Shangri-La frente al mar.
Pero Jeddah es también un punto de partida para el resto de Arabia Saudita, un país que da sus primeros pasos en el turismo internacional. A poco más de una hora de vuelo se encuentra AlUla, hogar de una de las vistas más extraordinarias de la región: las ruinas nabateas de Hegra. Emergiendo de arenas doradas, esto es como Petra sin las multitudes: las tumbas fueron construidas por los mismos arquitectos antiguos que sus contrapartes más famosas en Jordania. Si bien Hegra es el sitio de mayor atracción, AlUla tiene mucho más que ofrecer, desde los 2,3 millones de palmeras datileras del oasis hasta los petroglifos de Jabal Ikmah y los cafés y restaurantes del casco antiguo de Al-‘Ula. Para un lujo relajado, está el Habitas AlUla ubicado en cañón que es un verdadero espectáculo y que se puede apreciar desde su piscina infinita.
Kuwait (1 hora 20 minutos de vuelo)
Kuwait no suele considerarse un destino de vacaciones y prácticamente no hay industria turística, pero la oferta es suficiente para entretener a los visitantes durante una o dos noches. No hay muchas visitas obligadas, pero el encanto retro de las Kuwait Towers, diseñadas por el arquitecto danés Malene Bjørn, como instalaciones de almacenamiento de agua, las ha convertido en símbolos de la ciudad que definitivamente vale la pena visitar. Si estás buscando un caftán, el bazar Souk Al-Mubarakiya tiene una gran selección y buenos precios. Para obtener más información sobre el patrimonio textil de Kuwait, hay que darse una vuelta por la encantadora Casa Sadu, una casa con patio tradicional construida en 1936 que ofrece talleres de tejido.
Junto con Arabia Saudita, Kuwait es un país seco (es decir, no hay alcohol), pero la emocionante escena de los restaurantes locales es tan creativa que es posible pasar el tema de la bebida por alto. El encantador Dar Hamad, en una casa reformada de mediados de siglo llena de arte, es el lugar para probar la cocina kuwaití contemporánea, y para ensaladas libanesas, parrilladas y meze, está Mais Alghanim, que originalmente era un comedor para empleados que trabajaban para el padre del propietario actual.
Hasta hace un tiempo, el mejor hotel de la ciudad era sin duda el Four Seasons Kuwait, una torre llena de arte con una piscina infinita en la azotea, una terraza para fumar shisha y un vestíbulo increíblemente fotogénico, pero el nuevo Waldorf Astoria, conectado con el elegante Avenues Mall, seguramente será una competencia importante.
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