Lima veggie: el paraíso vegetariano de América Latina
Ruta gastronómica por algunos de los mejores restaurantes vegetarianos y veganos que están surgiendo en la capital peruana.
POR: Tania de Tomas
No llueve, pero quiere llover. El cielo está completamente cubierto. Todo gris. Camino por una de las callecitas de Barranco (el barrio bohemio de Lima). Cruzo por primera vez el Puente de los Suspiros y lo hago sin respirar mientras pido mi deseo, aseguran que así se cumplirá. Como la mayoría del tiempo, esta vez también tengo hambre, así que hago mi primera parada del día.
Las Vecinas Eco Bar fue el primer café con concepto en Lima. Zonia Zena, su dueña, decidió comenzar con la iniciativa en el año 2012, luego de regresar a Perú tras 20 años en el exterior. Hoy Las Vecinas, cafetería y cocina no sólo es un sitio vegetariano, sino también promueve el uso de insumos orgánicos y de estación que Zonia compra en la Bioferia de Miraflores.
El fuerte del local está en los desayunos (recomiendo el duo tostado con uovo más un delicioso café orgánico) y en los almuerzos se destaca la quinoa de verano que lleva tomate, zucchini, berenjena, palta, castaña, aguaymanto deshidratado, comino, cilantro, perejil y canela con aceite de oliva y limón. El lugar cuenta además con una pequeña tienda en la que pueden encontrarse desde chocolate orgánico hasta jarabe de huaranga. La cálida decoración, el acogedor patio interior repleto de plantas, los estantes con libros y la buena música hacen que uno se sienta como en casa.
Me tomo el Chama, el bus verde con rojo, y me deja cerca del parque Kennedy en Miraflores. Allí el tránsito es un poco caótico así que no me detengo. Entrar a Veggie Pizza es, en efecto, desconectarse del mundo. El mural de la artista peruana Estefanía Cox se codea con los mandalas tejidos por la tía de los dueños, la madera reciclada y reforestada de la Amazonia y con la preciosa cava de hierro industrial reciclado. Un espacio que provoca querer quedarse un buen rato.
Los hermanos Melgar de la Puente idearon, en el año 2013, el concepto de la pizza vegetariana tras un problema de sobrepeso de uno de ellos. La idea fue ofrecer un producto tradicional, que normalmente es considerado comida chatarra, y convertirlo en una opción saludable que conquiste por igual a vegetarianos, veganos y no vegetarianos. Con un fuerte énfasis en la sostenibilidad, apuestan a comprar la materia prima a productores locales de diferentes regiones del Perú. La pizza es rectangular y está la opción personal (12 trozos y hasta dos sabores) o la grande para compartir entre dos o tres personas (24 trozos y hasta cuatro sabores). La masa tiene el punto justo y pueden elegirse dos tipos: la tradicional de granos integrales o la gluten free, a base de harina de quinoa y arroz. El queso mozzarella proviene de vacas felices de libre pastoreo de las comunidades campesinas de Cajamarca, pero las personas veganas pueden optar por el queso de palta. La carta es amplia y además de las pizzas y un abundante menú del día, hay hamburguesas, cinco sopas a elección y deliciosos postres.
Si lo que se busca es una opción al paso pero contundente el mejor lugar es La Verdé, Bio-factoria (de los dueños del clásico restaurante AlmaZen). Desde 1979, Mariella Matos apuesta a la cocina 100% orgánica (tuvo el primer restaurante con certificación de América) y vegetariana. Esta cafetería, pastelería y panadería artesanal ofrece una propuesta completamente vegana, con formato descontracturado en la que se destacan los sándwiches, ensaladas y wraps (hay muchas opciones gluten free). No se utiliza ningún producto industrializado y se respeta la estacionalidad. Además de la cocina, en el local funciona un taller donde se elaboran tartas, panes, galletas y mermeladas, y una tienda. Uno de los platos más tentadores de la carta es el shawarma, que viene en el clásico pan chapati y lleva vegetales frescos, brotes de hojas verdes, hummus, mayonesa vegana servido con uno de los mejores falafel de garbanzos y baba ganoush con pesto de perejil que he probado.
Casi al llegar al parque de Barranco, encuentro una opción para almorzar o cenar comida típica peruana, pero con una impronta vegetariana y saludable. Germinando Vida es el proyecto de Nataly Regalado y lleva dos años y medio en el distrito. Comenzó hace 14 años vendiendo sus preparaciones en las Bioferias de la ciudad hasta que decidió apostar por un espacio propio. Nataly trabaja con su mamá, Miluska Nava, y es ella quien le imprime el toque hogareño a cada plato. Aunque la carta es estacional, hay clásicos que nunca faltan como el tacu tacu, una hamburguesa supergrande y muy bien preparada de frejoles canarios, arroz integral, seco de berenjenas (en lugar de la carne de res), salteado de setas y salsa criolla.
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