48 horas de arte y diseño en Nueva York

No hay ciudad que refleje mejor el espíritu de la última mitad del siglo XX como lo hace Nueva York. Estrella de la cultura popular, campeona de la libertad de expresión, incubadora de moda, meca de artistas, creadora de tendencias y residencia de una gran variedad de culturas. Y aunque existen mil y una razones para visitarla, el diseño y el arte siempre serán caminos inspiradores para adentrarse en ella.

Aquí les dejamos una guía con los mejores planes para conocer de cerca (desde el diseño y las subastas) una de las metrópolis más interesantes del mundo.

Semana del diseño

Esta celebración anual de otoño atrae a miles de asistentes durante el mes de mayo. Los visitantes pueden ver a través de varias disciplinas lo mejor del diseño mundial. Imperdible todo lo que tenga que ver con High End Luxury Furniture Fair (icff por sus siglas en inglés), así como el WantedDesign.

Dónde dormir

El Hôtel Americano es uno de los preferidos para hospedarse por los diseñadores (en especial los latinoamericanos). Tiene una excelente ubicación y está muy cerca del High Line. Además, cuenta con servicio gratuito de bicicletas para que recorras la zona. Pero si lo que quieres es relajarte después de los largos días de exhibición, puedes nadar un rato en La Piscine o darte un baño con los productos de la marca Le Labo, para después descansar en alguna de las camas bajas con diseño japonés que tienen las habitaciones.

Comer y beber

El célebre chef David Chang está detrás de Momofuku Nishi, con un menú que fusiona las gastronomías de Corea, Italia y Cantón. Es necesario reservar para evitar las legendarias filas. Para los amantes de la carne, Quality Eats. Aquí disfrutarás versiones más imaginativas (y menos caras) que las tradicionales.

Para los tragos y cocteles en la noche, dos recomendaciones: Up & Down y The Up & Up, este último está en el sótano histórico que fue hogar del legedario Gaslight Café, un lugar de encuentro habitual para las luminarias de la generación Beat.

Qué hacer

Como buen amante del diseño no podrás dejar de visitar Calliope donde encontrarás objetos contemporáneos hechos a mano que coexisten con muebles modernos de mediados del siglo XX y compiten por tu atención con libros coloridos y objetos coleccionables.

Semana de subastas

El otoño llega a Nueva York acompañado por uno de los eventos más importantes de la ciudad: la semana de subastas, donde participan importantes galeristas como Sotheby’s, Christie’s y Phillips. Este evento se organiza con meses de anticipación y atrae a comerciantes y coleccionistas de todos los rincones del planeta.

Dónde dormir

Desde 1930, The Carlyle es un ícono de lujo discreto. Estamos en el Upper East Side, la parte más antigua y opulenta de Manhattan, donde los ricos y tremendamente clásicos (incluyendo el jefe de Estado en turno) pasan su tiempo. La ubicación es inmejorable, muy cerca de Central Park y a una cuadra del Whitney Museum de Madison Avenue; además, se puede ir a pie a la que probablemente sea la mejor zona de tiendas del mundo. Todo diseñador que se precie tiene una tienda a pocas cuadras de aquí, eso sin olvidar Barneys y los cercanos barrios residenciales de lujo.

Comer y beber

Para seguir en la misma línea clásica, qué mejor que Per Se, la interpretación neoyorquina de The French Laundry, del chef Thomas Keller. Aquí hay un menú de degustación de nueve tiempos en el que las técnicas francesas y los ingredientes frescos son la estrella, así como un menú de vinos de más de 2 000 etiquetas. Recuerda reservar con aproximadamente dos meses de anticipación.

Qué hacer

La caminata perfecta por el barrio comienza en el Cooper Hewitt, Smithsonian Design Museum, que es el único museo del país dedicado tanto a las artes históricas como a las contemporáneas, desde el punto de vista de los objetos decorativos y de diseño. Ya que estás en la Museum Mile, la siguiente parada es el Guggenheim y su histórico edificio del arquitecto Frank Lloyd Wright. Puedes comprarte tu siguiente libro favorito en la librería Crawford Doyle Booksellers, en Madison Ave., y tomar un coctel clásico en el Bemelmans Bar.

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