Destino: diseño. Desierto de Mojave.
La sugerencia de Mimi Zeiger, editora, escritora y curadora.
POR: Redacción Travesías
Pedimos a un grupo distinguido de escritores, editores y curadores de diseño que respondieran a la pregunta: ¿cuál sería un destino de diseño en Estados Unidos al que valdría la pena viajar para conocer? Entre viviendas modernistas, proyectos comunitarios, parques escultóricos y páramos desiertos, éstos son sus secretos y recomendaciones. A continuación les dejamos la sugerencia de Mimi Zeiger, editora, escritora y curadora.
Vayan al desierto de Mojave. En su libro America, Jean Baudrillard lo describe como un “choque profundo”. En Scenes in America Deserta, Reyner Banham se refiere al Mojave como “un paisaje en donde nada existe oficialmente y cualquier cosa se puede pensar, y consecuentemente puede suceder”. Palm Springs es ideal para deslumbrarse con Mid-Century Modern, pero el alto Mojave, cerca de Joshua Tree National Park, es puro cielo, rocas y vegetación extraña. Poco a poco se ha ido gentrificando: los precios de las casas suben, las tiendas venden piezas de cerámica de artistas que exponen en Los Ángeles (aquí tienen estudios artistas de la talla de Andrea Zittel y Ed Ruscha) y hay al menos un buen lugar para tomar café.
Sin embargo, la vasta aridez del paisaje minimiza estos cambios. Las fachadas de tablilla de Pioneertown se construyeron originalmente como un set de película y conservan ese cliché del Viejo Oeste hollywoodense. Los hipsters y new agers acuden a la cúpula blanca del Integratron para tomar “baños de sonido”, un tipo de meditación que busca el bienestar y la introspección auditiva. La estructura originalmente fue diseñada por un ingeniero de la fuerza aérea para comunicarse con extraterrestres. La arena sopla contra las esculturas imposibles del artista afroamericano Noah Purifoy, elaboradas con objetos diversos —respaldos de sillas, partes de aspiradoras y canaletas para lluvia— en The Noah Purifoy Desert Art Museum of Assemblage Art. Si conoces al amigo de un amigo, también puedes dar con piezas de Arata Isozaki en un camino de terracería. El sol, el tiempo y el clima lo envuelven todo.
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En portada: No Contest, 1991. Foto: cortesía de Noah Purifoy Foundation ©2019.
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