Más allá de CN Tower, Toronto a través de su arquitectura
Desde faros embrujados hasta techos chapados en oro, la arquitectura de Toronto nos muestra el lado B de la ciudad.
POR: Pamela Herrera
La capital de Ontario es conocida como una metrópoli colmada de rascacielos, y es que sus edificios son dignos representantes de la diversidad arquitectónica de altura.
Sin embargo, Toronto guarda una larga y prolífica relación con la arquitectura. Con edificios construidos en el siglo XVIII, como el Scadding Cabin más antiguo que se mantiene en pie en la ciudad y los más vertiginosos rascacielos, como la CN Tower, edificada en 1975.
El faro embrujado
Gibraltar Point Lighthouse forma parte de la lista de edificios más antiguos de Toronto y es el faro más viejo de Great Lakes. Su construcción comenzó en 1808 como una necesidad para proteger a los barcos en el lago de Ontario de las invasiones estadounidenses.
Edificado de forma hexagonal y con piedra caliza de los depósitos de Queenston Quarry, la cantera de piedra caliza y esquisto más famosa de Ontario, este faro decimonónico inicialmente medía 16 metros de altura, pero para 1832 se elevaron nueve metros más, alcanzando una altura de 25 metros.
Dato curioso, John P. Rademuller fue el primer guardián del faro. Murió asesinado en enero de 1815, sin embargo, las autoridades nunca esclarecieron los hechos ni hubo detenidos. Desde entonces, los locales rumoran que el faro está embrujado por Rademuller.
Un monumento en la escena cultural
Hart Massey mandó construir un monumento en 1892 en honor a su difunto hijo y como un regalo para todos los pobladores de Toronto, el emblemático edificio de los ladrillos rojos: Massey Hall. En 1893 contrató a Sidney R. Badgley, arquitecto conocido por crear las iglesias más importantes de Cleveland, para diseñarlo.
El edificio se inauguró en 1894 con un concierto con 70 miembros de la Orquesta Sinfónica de Toronto y un coro de 500 personas. Desde entonces, el Massey Hall se convirtió en un espacio esencial de la vida cultural de la ciudad y sede de la orquesta.
No sólo los ladrillos rojos con detalles en piedra resultan llamativos, sino su estilo conservador del renacimiento palladiano, como los elementos clásicos de la fachada, las ventanas redondas organizadas de manera simétrica divididas por pilares acanalados, y el triple portal bajo el nombre del edificio.
Una mirada hacia la ciudad
La piedra caliza con la que fue construido el Commerce Court North destaca la belleza de este edificio. Construido a principios de la Gran Depresión, forma parte, junto con Commerce Court West, East y South, de los cuatro edificios que conforman el Distrito Financiero de la ciudad.
Con más de 145 metros de altura, fue el rascacielos más alto de la ciudad hasta el año 1962, cuando se edificó el TD Center de Mies van der Rohe.
El techo chapado en oro del salón es uno de los elementos destacados de la construcción; sin embargo, la plataforma de observación del piso 32 es quien se roba la atención de los visitantes.
Una esquina gótica
Aunque el primer edificio Flatiron en el que pensamos es el de Nueva York, lo cierto es que en el norte de Toronto hay otro y éste fue construido años antes.
El Gooderham Flatiron (también conocido como Edificio Gooderham) se construyó en 1837 por encargo de la familia más rica de Ontario, los Gooderham, quienes contrataron al arquitecto de la familia David Roberts Jr -mismo que construyó la residencia de los Gooderham-, para que diseñara y construyera el edificio con su distintiva forma triangular. La familia inauguró allí la destilería Gooderham and Worts, pero años después el edificio fue abandonado.
Una vez remodelado, se le otorgó en 1975 el título de Sitio Histórico Nacional gracias a su peculiar arquitectura. El estilo gótico, la forma tringular, los ladrillos rojos y los tejados de color verde lo posicionaron como uno de los edificios más populares de la época.
Además de su imponente fachada, se caracteriza por tener cinco pisos de techos de más de tres metros de altura, acabados en cuero y madera, y el primer elevador Otis, que aún sigue en funcionamiento.
A su afamada arquitectura se suma actualmente el mural pintado en 1988 por el artista canadiense Derek Besant en la parte trasera del edificio, éste consta de 50 paneles unidos a un marco de acero montado en la pared que da el efecto de que la pintura ondea con el viento; para intensificar el efecto, el mural refleja la construcción que se encuentra frente al Flatiron.
El lugar de los negocios
Un complejo de seis edificios y un pabellón cubierto de vidrio color bronce y acero color negro es la sede mundial del Toronto-Dominion Bank, donde trabajan más de 21 mil personas.
Gracias al trabajo realizado en el edificio Seagram en Nueva York en 1958, a principios de los años 60, Ludwig Mies van der Rohe, pionero de la arquitectura moderna, fue elegido como el diseñador a cargo de su creación, mientras que la firma de arquitectos John B. Parkin and Associates y Bregman + Hamann llevaron adelante su construcción entre 1967 y 1991.
En el diseño, Mies reflejó su visión única de un estilo internacional, representando el final de su evolución del periodo norteamericano.
Se dice que Mies hizo “arquitectura de movimiento”, pues las partes de la estructura son proporcionales en altura y profundidad aunque son de alturas diferentes. Las torres se elevan en unas plataformas de granito que crean una perfecta armonía con el vidrio oscuro y el acero de los edificios. Para organizar y unificar el estilo del complejo, se utilizaron adoquines con patrón de granito en el suelo, mismos que marcan el camino entre las torres y los espacios abiertos del bloque.
La ventana artística
Toronto es una ciudad diversa y el hogar de muchas culturas, y el Aga Khan Museum, dedicado a la cultura musulmana, el arte iraní y el arte islámico es una prueba de ello.
La arquitectura del lugar refleja el diálogo de intercambio entre la cultura musulmana mediante una representación contemporánea con una impronta canadiense.
El museo es una combinación de espacios desarrollados alrededor de un patio central con cristales grabados con patrones islámicos estilo mashrabiya, que imitan a las pantallas de madera utilizadas para regular la luz en el Medio Oriente.
La luz dentro del museo es un elemento fundamental que juega y esculpe patrones en las paredes exteriores hechas de granito, mientras realza los interiores e ilumina el patio a techo abierto.
El Aga Khan Museum se caracteriza por su limpieza y armonía en cuanto a formas, patrones y estructura.
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