Viajar a Canadá es tener la oportunidad de sumergirse en alguno de sus 38 Parques Nacionales donde te encontrarás con más de 80 mil especies de plantas y animales. Esta es una guía para visitar estos increíbles lugares, sin causar un impacto negativo en el ecosistema.
Canadá es hogar de miles de especies que van desde sus famosos alces hasta sus inconfundibles árboles de maple y las sorprendentes orcas. En su territorio coexisten diversos climas y paisajes, grandes lagos, bosques y glaciares. Espectáculos como la aurora boreal o el vuelo de las mariposas monarcas. Y lo mejor es que todo está al alcance de una visita a alguno de sus 38 Parques Nacionales, que protegen más de 300 mil kilómetros cuadrados de ecosistemas.
Los parques son áreas dedicadas a la conservación de la naturaleza. Entre sus límites se protege a los animales y plantas endémicos de cada región, incluso algunos en peligro de extinción. Cada visita no sólo es una oportunidad única para conocer estas especies, sino también para participar activamente en su cuidado. Preservar estos espacios sería imposible sin la ayuda de sus visitantes, por eso en los Parques Nacionales de Canadá se han empezado a promover una serie de consejos para crear un hike con etiqueta.
La idea de establecer una intención antes de iniciar una caminata y actuar de acuerdo con ella, viene de una profunda tradición del cuidado de la naturaleza que Canadá ha heredado de sus Primeras Naciones. Es, después de todo, una forma de replicar las enseñanzas de respeto y convivencia con el ambiente, que forman parte fundamental de la cosmovisión y la vida diaria de sus pueblos originarios.
Sin dejar rastro
La máxima de cualquier visita a la naturaleza. Si llevaste algo de comida para tu excursión, procura que sean cosas que no generen basura; puedes empacar todo en termos o tuppers. Recuerda que ningún resto pertenece al entorno y lo que dejes atrás puede afectarlo. Lo mejor es llevar una bolsa o mochila para cualquier desecho y recoger cualquier basura que puedas encontrarte, aunque no sea tuya.
Convive respetuosamente con la vida salvaje
Una de las cosas más especiales de salir a la naturaleza es la posibilidad de encontrarse y conocer nuevas especies. En los Parques Nacionales de Canadá conviven más de 80 mil especies. Ver algún animal por el sendero es algo muy emocionante; sin embargo, lo mejor es observar desde lejos. Después de todo, nosotros somos los visitantes en su hábitat y cualquier convivencia fuera de lo normal podría alterarlos.
Saluda a otros hikers
Puede que en todo tu trayecto no te encuentres con nadie, pero cuando lo hagas lo mejor es contribuir a crear una atmósfera amigable. Anunciarse siempre es bueno, sobre todo por cuestiones de seguridad, para evitar tomar a alguien por sorpresa. Además, un saludo rápido cuando te cruces con otros hikers servirá para que nuevos visitantes se sientan en confianza de pedir consejos o indicaciones y, en general, hacer amigos.
Respeta señalamientos
Algo bastante lógico y esencial. Todos los parques tienen lugares designados para cada actividad; por ejemplo, el Parque Nacional Banff no permite nadar en sus lagos por las bajas temperaturas, sin embargo, hay albercas o aguas termales donde es posible hacerlo. También es importante respetar la ruta señalizada y no animarte a descubrir atajos. En parques como Grasslands podrías encontrarte con hundimientos o arenas movedizas que no estén señalizadas.
No te lleves nada más que fotografías
Un consejo que a muchos viajeros podría resultarles extraño. Cuando te llevas algo del parque natural, alguna piedra como recuerdo de tu visita o, aunque sea una vara para apoyarte, en realidad podrías estar tomando algo esencial para el entorno. Ya sea parte del hábitat o quizá comida de alguna especie, si no eres un experto es difícil saber qué es lo que te estás llevando, así que lo mejor es quedarse sólo con fotos.